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Medio Ambiente

Caucho reciclado, base del césped artificial

Una de las principales aplicaciones del caucho derivado del reciclaje de neumáticos es su utilización en campos de fútbol y rugby de césped artificial. En España el granulado del caucho de más de 10,5 millones de neumáticos de turismo se dedican a este uso

Detalle césped artificial
Detalle césped artificialLa Razón

La llegada del césped artificial a los campos de deportes, como los de fútbol o rugby, supuso un importante cambio para jugadores y para responsables de mantenimiento de las canchas deportivas. Unos, porque saltarían a un terreno de juego siempre en buenas condiciones y, otros, porque atrás quedaban los dolores de cabeza por cómo estaría la cancha tras un caparrón, si habría «calvas» o cualquiera de las muchas sorpresas que puede dar la hierba natural, especialmente en algunas zonas geográficas.

La mayor facilidad de su mantenimiento, la rebaja de los costes que supone, las muchas más horas en que esos campos de deporte se pueden utilizar comparados con los de hierba natural y la buena respuesta y adaptabilidad de este material a las necesidades de cada deporte, propiciaron su expansión. En campos de alta competición y también en polideportivos públicos utilizados por deportistas de muchas categorías y edades.

Hoy día su sostenibilidad es otro argumento de peso a su favor y un aspecto a tener muy en cuenta: su uso evita hasta 3.200 m3 de agua de riego al año por campo, que equivale a una piscina olímpica. Tampoco requiere fertilizantes ni productos fitosanitarios. Y, a más a más, este tipo de césped está incorporado plenamente a la economía circular al incorporar materiales procedentes de reciclaje. Concretamente, de neumáticos fuera de uso.

Bajo el manto verde varias capas de componentes crean una superficie ideal para la práctica de diversas disciplinas deportivas. Primero está la fibra de plástico visible; debajo una capa de granulado de caucho, otra de arena, una base elástica y, finalmente, una capa de grava que se asienta sobre el terreno compactado previamente. La acción combinada de estos materiales consigue que el terreno de juego cumpla las características dinámicas para el desplazamiento, bote vertical y tracción rotacional del balón, y absorba los impactos de los jugadores en sus caídas, previniendo lesiones.

Estas características, entre otras, son requisitos técnicos que organismos como la FIFA,el World Rugby, la AFL Coaches Association (AFLCA), la liga de fútbol australiana y la Rugby Football League (RFL, Inglaterra), exigen que cumpla un césped artificial para ser homologado y utilizado en campos de alta competición.

El caucho granulado procede del reciclaje de neumáticos al final de su vida útil (NFVU) y es una de las principales aplicaciones de este material. Un campo de césped artificial de fútbol 11 emplea aproximadamente 100 toneladas de material de relleno de caucho granulado, equivalente a más de 22.000 neumáticos de turismo.

En España unos 7.000 campos de deporte, públicos y privados, tienen este tipo de relleno y cada año se dedican unas 46.600 toneladas de granulado de caucho procedente de NFVU a esta aplicación. O lo que es lo mismo: el 57 por ciento de la producción nacional de este material, por una parte; y los neumáticos de diez millones y medios de turismos, por otra.

El caucho granulado juega dos papeles muy importantes en esta composición de césped artificial. Por un lado, como material de relleno, las partículas de un tamaño entre 0,5 y 2,5 mm. sirven para mantener las fibras de «hierba» erguidas. Y, por otro, dos capas más abajo, el granulado de caucho aglomerado con una resina de poliuretano forma una base elástica que es la que absorbe los impactos y protege a los jugadores cuando se caen.

Este material cumple la regulación REACH (el reglamento que regula la producción y uso de sustancias químicas y sus potenciales impactos sobre la salud humana), por lo que no supone ningún riesgo para los jugadores.

La certificación FIFA para césped artificial toma como referencia un césped natural en buenas condiciones y debe cumplir todos los requerimientos, comprobados en pruebas de laboratorio y en la propia instalación, para acceder al sello de calidad de la entidad para el césped sintético apto para la práctica del fútbol. El granulado de caucho cumple un papel clave para replicar las propiedades de un campo de césped natural. De hecho, es el más utilizado en instalaciones certificadas por la FIFA y empleado en alrededor del 83 por ciento.

Este tipo de terreno de juego es que puede ser utilizado durante todo el año, independientemente de las circunstancias meteorológicas. Incluso de la orientación del campo en el que esté instalado, porque no necesita la luz del sol. Y se puede usar más horas a la semana que un césped natural: 50 uno y entre 6 y 10 el otro. Lo que, por otra parte, no influye en la duración de su vida útil que es de unos 10 a 15 años.

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