Hace muchos años que el cine muestra un futuro con coches voladores surcando los cielos de las ciudades. Pero también coches con conducción autónoma, o lo que da más miedo, vehículos voladores operados por un sistema sin que tengamos que intervenir para nada a menos que lo deseemos. Aunque esta opción no será muy habitual. Compañías como Audi y Airbus planean lanzar sus modelos en los próximos años en forma de dron para hacer traslados rápidos desde los aeropuertos a los centros de las ciudades y otras como Pal V Liberty ya admiten pedidos a razón de 600.000 euros. El modelo holandés tiene unas dimensiones parecidas a las de un coche de tamaño medio, posee dos motores y una hélice que tarda en desplegarse entre 6 y 10 minutos. Es el paso necesario para convertir el coche en una aeronave o en un vehículo terrestre. En el aire es capaz de alcanzar los 180 km/h y firmar una autonomía de 500 kilómetros. Además, la compañía afirma que el coche puede despegar en muy pocos metros, unos 150, y realizar aterrizajes de emergencia en caso de sufrir algún problema de forma rápida y segura. De momento, la empresa afirma que los usuarios tendrán que estar en posesión del carnet de conducir y por supuesto, tener una licencia de vuelo, algo que la mayoría de países todavía ni se han planteado regular legalmente. Los todoterreno que planean marcas como Fuso ofrecen prestaciones sin límites y casi les basta el campo para hacer todos sus recorridos. La carretera parece una anécdota en los bocetos que proponen. Conducción autónoma, propulsión eléctrica con una gran autonomía y unos neumáticos para todo son la clave para el futuro que visualiza. De momento están ideados como vehículos de rescate...

Pero, sin duda, el cambio y la irrupción de nuevas tecnologías y energías en el mundo de la automoción ha provocado la llegada de nuevos actores que, probablemente, en el futuro jugarán el mismo papel que los actuales fabricantes de coches. Hace unos años sorprendió que gigantes como Google desarrollaran su propio vehículo eléctrico y otros como UBER se asociaran con Volvo para implementar su propia flota de vehículos autónomos. Ahora, y bajo el mayor de los secretismos, es Apple la que, por fin, se ha decidido a crear su propio modelo de vehículo cien por cien eléctrico y conectado y, por supuesto, con conducción autónoma. La compañía tecnológica podría anunciar en las próximas semanas su asociación con Hyundai, que se encargaría de la producción del coche, en tanto en cuanto que Apple haría el diseño y toda la innovación del vehículo.

Los de Cupertino se juegan mucho con el lanzamiento de un producto que nada tiene que ver con lo que han hecho hasta ahora y en el que existe un nivel de competencia tan grande. Empezando por sus vecinos de Tesla o sus propios socios, Hyundai. En palabras de Euisun Chung, máximo responsable de Hyundai Motor Group, «todos debemos permanecer fieles a nuestra misión, que es hacer realidad el sueño de la humanidad de ‘una movilidad segura y libre, así como una vida pacífica. El 2021 debería ser el año en el que iniciemos nuestra gran transformación en un nuevo motor de crecimiento».

Todo apunta a que la producción del vehículo podría arrancar en 2024 y se espera que su grado de innovación sea muy elevado, teniendo en cuenta que la era del 5G ya ha arrancado y que gigantes como Apple llevan muy adelantado todo lo relacionado con esta tecnología. Eso sí, no será un coche barato, ya sea en la modalidad de propiedad o por uso según las necesidades. Y todo esto, a la espera de ver la consecución de proyectos como el hyperloop que plantea trayectos de 400 kilómetros y realizarlos en apenas una hora.