Gobierno de España

“Sánchez y la subida de los impuestos”

Sería un error no presentar una posición común en la negociación con el resto de países europeos

No existen recetas mágicas para hacer frente a una crisis. Estamos condicionados, además, por la pertenencia a la UE y al sistema monetario europeo. No tenemos la capacidad de emitir moneda como Estados Unidos o Gran Bretaña. La devaluación es un mecanismo muy antiguo para obtener recursos y era habitual en la España medieval y moderna. Cuando los reyes andaban faltos de recursos decidían aumentar sus ingresos utilizando el método de quebrar la moneda manteniendo el valor nominal mientras se aumentaba la proporción del metal malo.

Esto provocaba una mayor ganancia para la hacienda real, pero comportaba problemas como la inflación que era muy perjudicial para campesinos y burgueses. El problema actual surge cuando los países más necesitados esperamos que se aumente la masa monetaria con unas mínimas condiciones y que el mayor importe posible sean subvenciones que no se tengan que devolver. No se trata de medidas que nos afecten sólo a nosotros, sino que tienen que afrontar, en su parte proporcional, los diferentes países. Los reyes de antaño podían obtener recursos, además, enajenando rentas, propiedad, oficios públicos e incluso vendiendo títulos nobiliarios y otras mercedes. En última instancia cabía la opción de suspender pagos algo que ahora sería impensable.

Sánchez estuvo ayer muy acertado al reconocer en la entrevista con Antonio García Ferreras en el programa Al Rojo Vivo de la Sexta que se tendrán que subir los impuestos. El dinero que nos dejen lo tendremos que devolver y como no caben los mecanismos de antaño será necesario sufrir una mayor presión fiscal. Me gusta que los políticos digan la verdad. Es lógico que espere no reducir los sueldos de los funcionarios y los pensionistas, pero estamos en un terreno tan incierto que es difícil tener alguna seguridad sobre lo que pueda suceder en el futuro.

Una subida del gasto público y una caída impresionante de los ingresos tributarios hace necesario bajar lo primero y subir lo segundo. No tenemos, como Alemania, esa capacidad de incrementar razonablemente el déficit público para llevar dinero a la economía e impulsar la recuperación. Las compras masivas del BCE han impedido una crisis de deuda soberana, porque no hay riesgo de impago y se controla la prima de riesgo. Por eso, sería un error no presentar una posición común en la negociación con el resto de países europeos y el PP tiene un papel muy importante, aunque se tenga que asumir la condicionalidad.