Opinión

Concurso descalificador contra Feijóo

Han terminado oficialmente las tres semanas de vacaciones veraniegas declaradas por Sánchez para su gobierno y comenzadas con sus declaraciones contra la oposición, contra los representantes de los «oscuros intereses» que conspiran contra él, y por supuesto contra Putin, causa eficiente y cooperador necesario de todos sus males, junto a la pandemia. Tal parece que dio la consigna de que los ministros y ministras –de momento no constan otras variedades de sexo en su Gobierno– para hacer oposición a la oposición, y en particular al jefe de la oposición parlamentaria, Núñez Feijóo, tarea a la que se han dedicado durante estas vacaciones con singular empeño.

Es llamativo que lo hayan hecho incluso los titulares –no es necesario hablar de «titularos y titularas» ya que para, este supuesto, los ideólogos inclusivos del género en nuestra gramática se vieron superados por la RAE y el pueblo– de carteras que la opinión pública no ha tenido ocasión de conocerlos por sus logros o iniciativas ministeriales. Ahora, desaparecido Iván Redondo, no está claro quien ha sido el autor del guion escrito de las descalificaciones que han poblado las páginas de los diarios, tanto escritos como digitales, y minutos y horas de programación en los medios audiovisuales, huérfanos de noticias políticas nacionales en un agosto copado por una histórica ola de calor y de incendios provocados por el cambio climático, que además mata, como dijo Sánchez.

La coral gubernamental ha competido entre sí para dar el mejor titular descalificador de Feijóo para hacer méritos ante el líder y no verse afectado por la crisis que se comenta y que el presidente descarta, lo que causa singular preocupación entre los eventuales afectados. Si tras la victoria de Ayuso vino una gran remoción del Gobierno, parecía que no sería menor el efecto de la debacle sanchista en Andalucía diez meses después. Quizás sea que visto el nulo cumplimiento de las expectativas puestas en esos cambios, Sánchez se esté acercando a la evidencia de que el problema no radica principalmente ahí, y que ese maquillaje no puede ocultar la realidad de que es muy difícil convencer a una mayoría de españoles de que con Bildu, ERC y los comunistas, España está en buenas manos.

Sin duda Bolaños a primera vista, parecería el vencedor del concurso descalificador con la filtración de un escrito, que realmente lo que habría conseguido es despejar las dudas que algún votante popular pudiera mantener todavía, acerca de la imperiosa necesidad del quirúrgico cambio realizado al frente de Génova hace unos meses. Así que pensándolo mejor, quizás su actuación haya sido beneficiosa para Feijóo, y él ocupe el último lugar del concurso descalificador.