Aunque moleste
Y ahora, a por la UCO
Habrá depuraciones «cuando lo de Cerdán se desinfle»
El runrún viene de lejos. El objetivo ahora, tras descabezar a la UDEF y la cruzada contra jueces y periodistas, va a ser la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil). Hace unos meses la opinión sincronizada gubernamental elevaba a la UCO a los altares por un informe preliminar que eximía a Begoña Gómez, esposa de nuestro timonel, de cualquier responsabilidad penal en el caso que lleva su nombre. Era tan sólo un análisis previo sobre los recortes de periódicos que llevaron a Manos Limpias, Hazte Oír e Iustitia Europa a denunciar el asunto en los Juzgados. Después de aquello, la documentación aportada desborda los archivos, en parte por el trabajo de la UCO, que de la noche a la mañana ha pasado de ser un ejemplo de rigor a un instrumento más de la derecha y la ultra-ultra-derecha. O al menos al servicio de ambas, según se deduce del vocabulario matón de la socio-fontanera Laura Díez, muy al estilo del sicariado hondureño. Eliminar a Balas para acabar «con la camorra de la Guardia Civil» es el mensaje, o sea, «apartar» con contrainformación podrida al jefe del Departamento de Delincuencia Económica de la UCO, a quien responsabilizan de los males de Begoña y de David, el hermanísimo llevado al banquillo por la juez Biedma.
No, Sánchez no es de los que se encoje ante la adversidad, y va por todas contra quien haga falta, sin prejuicios éticos ni de valores. Si Marlaska fulminó a Sánchez Corbí y a Pérez de los Cobos, si descabezó a la UDEF, cómo no va a poder hacer lo mismo con la UCO de Antonio Balas, uno de los pocos órganos con cierta independencia que quedan en la Administración Central del Estado. Sólo que para hacerlo viene bien vestirlo con información a hoc, malas prácticas profesionales o algún escándalo económico como el que buscan y no encuentran.
En los entornos del Gobierno se pavoneaban días atrás con el siguiente mensaje: las presuntas corruptelas, aireadas por la prensa fascista, se van a quedar en nada, y entonces habrá llegado la hora de ver quién es responsable de esparcir información maloliente sobre el sucesor de Ábalos. O es la prensa o es la UCO, y si es la UCO habrá que tomar medidas dentro de la UCO. ¿Medidas quirúrgicas como en la UDEF? La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, otrora vanguardia de la lucha contra la corrupción en España («qué coño es la UDEF», decía Pujol), está hoy desaparecida en la investigación de cualesquiera de los casos que molestan al Gobierno. Lo que no es casual: cambiaron al jefe, y cambió la UDEF.
No es casual, no. Como tampoco lo es el apagón del apagón, el encubrimiento de la causa del blackout que llevó al cero energético a España. Quien aún no haya leído The Telegraph, que lo haga, por mucho que el Gobierno lo desmienta. El apagón se debió a que estaban sondeando la capacidad de las renovables ante la eliminación de las nucleares. Eso explica la presencia de la ministra Aagesen a esa hora «d» en REE. Sánchez anunciaría al mundo que él había conseguido hacer funcionar a España sólo con renovables. Eureka. Pero La DEMO salió mal. Y lo ocultan.