No es lo que parece

Bono está a todas, sin complejos

La Razón
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El presidente del Congreso se cuela en el debate sucesorio, se reúne con el supuestamente saliente, el presidente del Gobierno, y con el supuesto sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba. Permite la insumisión, solo por una vez, de los nacionalistas y que hablen en la lengua que quieran en la Cámara Baja. Es la novia en la boda, el niño en el bautizo... Y sin complejos almuerza con el empresario Rafael Santamaría en Horcher, uno de los restaurantes más elitistas y caros de Madrid. Ayer les vieron juntos, mano a mano. Santamaría, empresario dueño de Reyal Urbis y de la cadena Rafael Hoteles, es amigo de Bono, una relación que ha estado en el centro de la diana por los regalos del constructor al entonces presidente de la Junta de Castilla-La Mancha. Y mientras él está a todas, la opinión pública sigue esperando su decisión, que él anunció a bombo y platillo, para meter en vereda los privilegios de los parlamentarios. (Todo hay que decirlo, el Tribunal Supremo consideró que la relación de amistad que le une a Santamaría justifica las dádivas y se negó a investigar su incremento patrimonial).