A buenas horas, Ferrari...

En Ferrari reina la calma después de unos meses muy tensos en los que hasta el más pintado temía por su puesto. Los resultados eran muy pobres para una escudería como la de Maranello y después del triunfo de Fernando en Silverstone y el estancamiento de los Red Bull en Alemania las cosas se ven con otra perspectiva.

Han hecho falta siete años para alguien se dé cuenta de que el máximo responsable técnico, Aldo Costa, no era el más indicado para gestionar el departamento más importante de la factoría de deportivos, cuyas ventas en muchas ocasiones están directamente relacionadas con los resultados en la Fórmula 1.

Costa debutó en 2005 diseñando un coche del que todavía se acuerda Michael Schumacher, porque aquel chasis significó el principio del fin para el heptacampeón. Al igual que este año, la FIA modificó la reglamentación de neumáticos y prohibió los cambios de ruedas en carrera. Una normativa que Costa no supo entender y por más que "Schumi"se esforzara y Ross Brawn y Jean Todt pusieran todo de su parte, el fracaso fue sonoro.

Al año siguiente tampoco tuvo un monoplaza muy competitivo aunque esta vez sí peleó mano a mano con Alonso por el título. Sin embargo, una avería en el motor en el Gran Premio de Japón acabó con sus ilusiones.

En 2007, por fin un coche de Costa ganó el campeonato, pero no hay que olvidar que aquella temporada los que perdieron fueron McLaren y Ron Dennis, que se empeñaron en permitir la pugna Alonso-Hamilton y entregaron la corona sin más.

En 2008, el monoplaza rojo fue campeón por unos segundos en aquel agónico final en el que Massa pensaba que era el ganador hasta que Hamilton superó a Glock en la última curva para arrebatarle el cetro.

En 2009, una revolucionaria idea de un ex empleado de Ferrari, Brawn (doble difusor) provocó que la "Scuderia"sucumbiera otra vez ante el conservadurismo impuesto por Aldo Costa y en 2010, con la llegada de Alonso, las cosas fueron peor todavía. Los esfuerzos de Alonso por llevar el coche hasta arriba eran tan patentes que dejaban en evidencia a la propia escudería. Lo que hacía el asturiano no era sino maquillar las carencias del F-2010. Y es que Alonso no necesita el mejor coche para ser campeón, pero no hace milagros con un botijo como el F150 Italia de esta temporada.

Desde Silverstone las cosas parecen haber cambiado(Costa ha abandonado la factoría y sustituido al frente por Pat Fry, ex de McLaren), y ahora, los ingenieros que trabajaban a las órdenes de Costa empiezan a "rajar". Nikolas Tombazis, responsable de aerodinámica, afirmó esta semana que a partir de ahora serían más arriesgados y agresivos con los próximos coches, es decir, con soluciones revolucionarias como las de Red Bull...a buenas horas... aunque nunca es tarde. En cualquier caso, parece que Montezemolo ha puesto orden después de protagonizar un ridículo que comenzó al final de la carrera de Abu Dhabi el pasado año y terminó en las primeras pruebas de la presente temporada. Algunos medios quieren defender a la "Scuderia"justificando el pobre rendimiento del coche con ciertos errores de calibración en el túnel de viento, una excusa impresentable para un equipo como Ferrari, que además, usaba a la vez el túnel de viento que Toyota dejó en Colonia.

Desde ahora Ferrari puede ser más temida que nunca...sobre todo si Alonso está a los mandos...