Política

Iñaki Zaragüeta

¿A dónde va Ciudadanos?

La Razón
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Por más que Albert Rivera pretenda esconder cuál será su posicionamiento político tras las elecciones municipales y autonómicas, su destino está predeterminado por el origen de su evolución al alza que marcan las encuestas. Por más que pretenda dar una imagen de independencia para apoyar a unos y a otros según su conveniencia, no podrá librarse de la obligación que marca la procedencia de sus votantes. En definitiva, salvo cuando el PSOE distancie sobradamente al PP, como sucede ahora en Andalucía, de tal forma que el apoyo a los populares sea inútil, no tendrá más opción que facilitar la gobernabilidad a través del correligionario de turno de Mariano Rajoy.

¿Por qué? En primer lugar, porque tiene un porcentaje mayoritario de votos provenientes de descontentos del PP que de cualquier otro partido. Y todos ellos quieren que gobierne el PP, pero con un control férreo y obligado a gestos y leyes que hoy reclaman los españoles y que la mayoría absoluta ha eludido. Y en segundo, porque una actuación diferente provocaría una frustración en todos ellos hasta tal punto de abandonarle en próximas elecciones, en este caso las generales de noviembre. Si los descontentos con el PP desearán gobiernos de izquierdas, su traslado no iría hacia Ciudadanos sino hacia PSOE, IU, Podemos, Compromís... Evidentemente, C’s tendrá la oportunidad de exigir al PP decisiones y comportamientos muy distintos a los que la «partitocracia» está acostumbrada.

Una última consideración, ni Rivera ni su partido podrán dar la espalda a la responsabilidad de ayudar a la estabilidad institucional y democrática. Los partidos se presentan a las elecciones para gobernar. No responder a ese reto, se paga. Así es la vida.