Política

Alfonso Merlos

A la vanguardia pancatalanista

La Razón
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Es el primero. Pero ni es el más importante ni será el último. Porque los casos en los que el PSOE se va a echar en los brazos o va a ceder el testigo de la hegemonía política y de gobierno a la izquierda extrema van a ser unos cuantos. El de Juan Ribó en Valencia es sólo el brote iniciático. Preocupante. Representativo. Significativo. Pero se trata simplemente de abrir boca.

Da igual que Compromis se haya erigido en los últimos años en una formación de vanguardia pancatalanista. Es irrelevante que un buen puñado de sus dirigentes locales se hayan instituido en emisarios o delegados o limpiabotas de Esquerra Republicana de Cataluña en Valencia (poco más que monaguillos, acaso). Tanto da que hayan exhibido una y otra vez con pundonoroso y pazguato orgullo banderas independentistas en las más extravagantes manifestaciones. Tristemente, para el PSOE de Sánchez estos personajes revisten mucho menos peligro para España, su unidad y su sistema de libertades que los representantes del Partido Popular.

Se veía venir. Estamos en la crónica de unos pactos perfectamente anunciados. Valencia es una de las grandes capitales del Mediterráneo europeo. Su gestión significa que quienes la asumen deben rayar al máximo nivel, en exigencias y responsabilidades, en competencias y capacidades. No es fácil. Y los experimentos radicales pueden traer más pronto que tarde disgustos que lamentar, y generar errores difícilmente reparables. La prueba del algodón.

Lo señaló con tino y agilidad un segundo después de que terminase el recuento electoral Rita Barberá. Sí. Los ciudadanos han ejercido su sagrado derecho al voto y se han pronunciado. Los pueblos son libres de decidir su destino, incluso corriendo el riesgo de condenarse. Ojalá sean pocos los que en el pecado lleven la penitencia.