Irene Villa

Abrazada

La Razón
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Me gustaría que todos apoyásemos la iniciativa de la Fundación Juntos Sumamos (que defiende un espacio común de convivencia y cree en fomentar la concordia y los afectos entre los ciudadanos) de abrazarnos y compartir los abrazos por las redes sociales. Especialmente abrazos entre catalanes, hoy protagonistas, y el resto de españoles. Ahora, cuando más falta hace recuperar la cordialidad y la prosperidad tan tristemente amenazadas en Cataluña, son necesarios esos poderosos y curativos abrazos. ¿Sabíais que empezar el día recibiendo un abrazo eleva la autoestima y hace que rindas más en todo? Seguro que habéis oído hablar del abrazo salvador. Dos mellizas nacidas con tan sólo seis meses de gestación, fueron alojadas en dos incubadoras para poder salvar sus vidas, pero una de ellas se marchitaba sin esperanza por su grave estado de debilidad, hasta que a la jefa de enfermeras se le ocurrió ponerlas en la misma incubadora, saltándose las normas del servicio de neonatología. Entonces ocurrió el milagro: la que estaba sana abrazó a su hermanita ya casi sin vida, y el calor que emanaba de su cuerpo comenzó a regular la temperatura, el pulso y el ritmo cardíaco de su hermana. Gracias a ese abrazo, hoy las dos niñas viven y están sanas. Desde entonces los abrazos son parte de muchos tratamientos vitales en recién nacidos. Y es que los abrazos alivian cualquier dolor, incluso la depresión y la ansiedad, nos dan protección, seguridad, confianza, fortaleza... ¡pues démonos un fortísimo, duradero y apretado abrazo cargado de energía positiva! Siempre digo que es esencial saber que se puede, pero también hay que querer que se pueda: pasar de la teoría a la práctica, con perseverancia e ilusión, transformando la motivación y el impulso para volver a empezar, en pasos consecuentes y decisivos. Así que ¡actuemos! Después de tantos acontecimientos desafortunados, tanto enfrentamiento y dolor dentro de las propias familias en nuestra querida Cataluña y tras asistir a reacciones que muchos consideramos pueriles, por qué no terminar de una vez, cual niños, ¡dándonos un abrazo!