Gobierno de España

Abstenerse por responsabilidad

Después de lo que previsiblemente pasará mañana en muchos ayuntamientos y las próximas semanas en varias comunidades autónomas, escribo estas líneas con la conciencia clara de que es prácticamente imposible que la propuesta que hago tenga alguna viabilidad. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad que nos ofrece el trance que vive nuestro sistema político para ofrecer un punto de vista desde la distancia que da estar fuera de la arena política, después de haber estado muchos años en ella.

Creo que España necesita con urgencia tener un gobierno, para que afronte lo antes posible los problemas pendientes que tiene el país. Llevamos demasiados años de excepcionalidad, parálisis y temporalidad, y después de cuatro procesos electorales en menos de un mes, ya no debería haber excusas para demorar más los acontecimientos.

El indiscutible ganador de las elecciones generales ha sido Pedro Sánchez. El PSOE es la fuerza política con más escaños y la única que puede articular una mayoría suficiente para superar una investidura y formar gobierno. Esa es la razón por la que el Jefe del Estado le hizo el encargo al señor Sánchez, en aplicación del artículo 99 de la Constitución.

Hay varias opciones para los socialistas, aunque las reduciré a dos. O decantarse por el apoyo de un bloque de izquierdas, integrando de alguna manera a Podemos en el Gobierno, y con el riesgo de sacar adelante la investidura con la abstención de partidos independentistas. O intentar gobernar en solitario, obteniendo la investidura con la abstención de la derecha.

Prefiero esta segunda opción, porque el riesgo de investir a Pedro Sánchez con el apoyo independentista marcaría al Gobierno para el resto de la legislatura. Además, considero mejor para el país un Gobierno en solitario del PSOE, buscando los apoyos necesarios en cada momento, que una acción de gobierno condicionada permanentemente por Iglesias y sus confluencias.

Tiene razón el ministro Ábalos cuando pide la abstención de Ciudadanos por responsabilidad. Si la expresión «sentido de Estado» sigue conservando algún sentido, este es el momento más adecuado para que lo apliquen los que no quieren un gobierno de España dependiente de dogmáticos e independentistas. Como la lucha interna dentro del campo de la derecha impide que Ciudadanos dé el paso de abstenerse en solitario, la única solución es que sean ambos partidos, Ciudadanos y PP, que tanto exigieron en el pasado responsabilidad al PSOE, los que mancomunadamente se abstengan en interés de España y con ese sentido de Estado.

El PP y Ciudadanos pueden exigir que su abstención no sea gratuita y negociar previamente una serie de condiciones. No me refiero a un acuerdo de legislatura ni a ningún tipo de programa de gobierno, sino tan sólo a unas líneas rojas que ambos partidos podrían exigir al PSOE a cambio de la abstención. Esto no condicionaría en absoluto su legítima labor de oposición al Gobierno.

Con esta fórmula España tendría un Gobierno en solitario del partido que ha ganado con claridad las elecciones. Un Gobierno que no estaría a merced de extremismos, y sujeto a buscar geometrías variables en los próximos años. Sería un acuerdo de Estado que alejaría la tentación de repetir elecciones, demostrando así que todos hemos aprendido de los errores del pasado.