Miguel Ors

Alejandro, Franco y cordoner

La Razón
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L28 Arquímedes

Vivir es envejecer. Y envejecer es un rollo de fármacos, alifafes y médicos.

–A veces, no siempre. No hay que exagerar.

–Acepto la observación. Pero la vejez, casi siempre, es coñazo por fea, incómoda y antipática.

Leo a los colegas, como siempre. No les ha gustado la Selección: parco consuelo los dos empates. Le hacen los reproches de lenta, aburrida, gris, impotente...

–¿De qué sirven y para qué sirven los partidos amistosos?, preguntan y se preguntan algunos colegas.

Para comprobar que hay nostalgia de los que fueron y dejaron de ser: Puyol (¡cómo «llenaba» el área!), Xavi (¡cómo creaba y abría rendijas entre los farallones defensivos!), Villa (rabo de lagartija, topo veloz y listo)... Y para constatar, a la vez, que los supervivientes ya no son, tampoco, lo que fueron (no los cito para no molestar, pero ustedes, tan listos, ya los han identificado).

–¿Sigue haciéndolo bien Del Bosque?

Como el sabio Arquímedes, Vicente del Bosque podría argüir: «Dadme el punto fijo de aquellos buenos jugadores que nos hicieron campeones europeos y campeones del mundo y volveré a escalar montañas de títulos».

Lo dijo otro sabio griego:

–Yo soy ellos, sin ellos yo no soy.

M29 Maremoto

No sé qué es mejor, si vivir y que te pongan a parir o morir para que, como a Cruyff, te floreen de piropos.

–Es mejor que te pongan a parir, que la muerte nadie sabe racionalmente qué es, si la gloria o vaya a saber qué.

Digo esto por el homenaje/maremoto de Barcelona a Cruyff. Parecido al maremoto/homenaje de Madrid al profesor Tierno Galván.

¿Por qué no seremos con los vivos como con los muertos?

M30 Memo

Franco, el fútbol y Jordi Cardoner, vicepresidente del Barça. El señor Cardoner, en Argentina, ha expelido esta memez: «En la dictadura de Franco, el Madrid era un club favorecido y ganaba Copas de Europa». Necedad falsa, mi muy ignorante señor Cardoner. Al muerto, como se sabe, o se le hace santo, como a Cruyff, o se le envía a las calderas de Pedro Botero, como a Franco. Quien «realmente» favoreció al Madrid y le hizo ganar cinco Copas de Europa consecutivas fue un señor que en vida se llamó Alfredo di Stéfano. Franco, y lo sé de buena y azul tinta, no era nada madridista. Era, por vicio, cazador y pescador. Y era, como profesional de lo suyo, lo que siempre fue: forofo de España, a su manera.

–A Franco no le hace tilín el Real Madrid, lo que le hace tilín a Franco del Real Madrid es que prestigia la imagen de España –me contó el mismísimo don Santiago Bernabéu, que no era precisamente franquista, tras una de sus visitas al Pardo–.

Esta es la dictatorial verdad, señor Cardoner. Gracias a esta anécdota ha conseguido usted salir de su anonimato. Agradézcaselo a Franco.

J31 Valiente

Nadie en representación del CSD de Miguel Cardenal en los Desayunos Deportivos de Europa Press para oír al presidente del COE, Alejandro Blanco. Cardenal, sirva la comparación, es el Pedro Sánchez de Alejandro Blanco: «¡No, no y no, y siempre no a Alejandro Blanco». Tozudez celtíbera (Alta Edad Media). Alejandro no es político de urna y voto. Su política, afortunadamente, es pensar en el deporte, es crear bienestar deportivo. Cierto cuanto dijo sobre el dopaje y los Juegos de Río. Las laicas virtudes cardinales de Alejandro son la lealtad, la imaginación y la verdad, duelan o no duelan a los políticos de profesión como Cardenal. ¿Cuándo la cabeza del CSD será una cabeza parida por el deporte?

V1 Ex

Cuando alguien ha sido y deja de ser, es un ex. Y el ex, con frecuencia, respira nostalgia o rencor u hostilidad

–El ex, a veces, es un ser herido. Los cargos dejan cicatrices.

Ramón Calderón es un ex. Fue presidente del Real Madrid. Opina que Florentino Pérez es un presidente dictador. Recuerda que a pesar de haber invertido mil millones, sólo ha ganado una Liga. Cree que el Barça es mejor que el Madrid.

¡Qué ex tan rencoroso!

Sí, claro. Pero el Madrid –reconoce– no ha perdido nada de su raza y de su coraje. O sea: que a lo mejor da dos de cal (raza y coraje) en el Camp Nou.

–Soñar, creer, esperar.