Rosetta Forner

Amor en una pastilla

La Razón
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La industria farmacéutica sigue empeñada en hacernos creer que la solución a los males del alma, la psique y el cuerpo tiene esencia química: para cualquier problema, una pastilla. En esta etapa de igualdad entre hombres y mujeres no podía faltar la química: si para ellos hay viagra para ellas, también. Dicen que provoca mareos y somnolencia. A las mujeres, debería importarles que les vendan soluciones químicas a sus males. Obviamente, todas esas personas que creen que la química es la solución estarán encantadas de su comercialización. Empero, ¿se han preguntado por qué su libido ha emigrado a territorios donde la temperatura es la del Polo Norte? La psique suele mostrar en el cuerpo (somatización) la información que el consciente no quiere aceptar ni admitir como propia. ¿Debería una mujer sentirse tentada de tomar viagra para paliar o desoír una «llamada de atención» de su psique o, tal vez porque es «moda» y hay que tomarla como se toma un caramelo o una copa de vino? ¿Es una nueva droga legalizada? Una psique sana en un cuerpo sano suele mostrar una libido sana y activa. Lo contrario, suele ser síntoma de que algo no funciona en la vida personal de una mujer (algo estará somatizando): muchas mujeres al dejar de amar a su pareja echan el cerrojo a su libido; en otros casos, la razón es mucho más compleja –traumas, y otros desordenes psicológicos–. Escuchar al alma, atender a la psique es algo mucho mejor que la solución inmediata y ausente de «dolores y sufrimientos» en forma de pastilla. Aunque no todas están dispuestas a hurgar en su mente, no todo en la vida se arregla con química. En algunos casos, la medicina alopática está muy bien y salva vidas. Pero, en otros, más nos valdría escuchar al alma y tratar de descifrar los metamensajes en forma de dolencias que nos envía la psique. Menos prozacs de turno y más ilusión por vivir y más amor.