Julián García Candau

Atentos al bombo

Atentos al bombo
Atentos al bombolarazon

Otro duelo Real Madrid-Barça tal vez sería demasiado para una sola temporada. Sería otra eliminatoria seguida por todo el mundo. Ninguno de los encuentros de Liga de Campeones alcanzaría similar dimensión. El fútbol español ha dominado la máxima competición continental, por encima de los campeonatos que pueden equipararse. Que entre los tres, incluido el Málaga, el bombo se divirtiera juntando a dos no sería para aplaudir porque, evidentemente, uno quedaría fuera del torneo. Si las bolitas hermanaran a los dos grandes, sería gran acontecimiento, pero también infortunio porque se sueña con verles disputando la final de Wembley.

Tal y como se han resuelto los octavos se puede colegir que los madridistas están en momento dulce y los azulgrana, a quienes se pronosticó grave crisis, han recuperado credibilidad. A doble partido, las apuestas del momento estarían a favor del Madrid. En abril, con los barcelonistas más cerca de ganar la Liga y recuperados moral y físicamente, las circunstancias podrían ser distintas. Como mínimo habría que considerar la cuestión como gran incógnita.

El Barça, que ha recuperado imagen, lo ha logrado con la reaparición de Xavi con toda su sabiduría en la cabeza, con Messi de nuevo oportuno e inspirado y también, de manera importante, con la presencia de Villa en el centro del ataque. El asturiano, con instinto goleador, aporta al ataque lo que no tienen Cesc ni Alexis: su facilidad para atraer a los centrales contrarios. No se entiende la razón por la que los técnicos lo ningunean.

Posdata. El Málaga, probablemente, será desmantelado. Jaque al jeque.