Restringido

Benigni

La Razón
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A no pocos les ha sorprendido que a la presentación del libro del Papa sobre la misericordia haya sido invitado un cómico junto al cardenal secretario de Estado y el director de la editorial vaticana.

Roberto Benigni es desde luego un «cómico toscano», como el mismo se definió, pero es también mucho más y lo demostró en su intervención, que no fue un mero «show» humorístico sino una lectura muy personalizada de la obra bergogliana.

Benigni se mostró como un buen conocedor del mensaje cristiano y de los evangelios. Citó, además, a un teólogo alemán protestante, Dietrich Bonhöffer, mártir del terror nazi, de quien sin duda muchos sacerdotes no han oído ni hablar. Por supuesto, habló también de Dante y de su «Divina Comedia» de la que es un profundo conocedor y que ha llevado con gran éxito de público a los escenarios de toda Italia.

Pero el actor y director no podía limitarse a una intervención académica. Habló con entusiasmo, se emocionó y causó emociones inesperadas en un auditorio compuesto por cardenales y obispos, profesores, políticos y muchos periodistas, entre otros, el fundador de «La Repubblica», Eugenio Scalfari.

Pero Benigni dijo cosas tan profundas como ésta : «Amar al enemigo es la frase más alta de la historia de la humanidad. La misericordia no es una virtud sentada en un sofá, no está quieta un momento sino que sale al encuentro de los pobres y de los pecadores».

Sobre Francisco no escatimó los elogios: «No se puede hablar moderadamente de este Papa . Está llevando la Iglesia con todas sus fuerzas hacia un lugar que casi habíamos olvidado. La está llevando hacia el evangelio, hacia el cristianismo. Es algo increíble».

Para mí, quizás su más grande intuición se concentra en esta frase: «La alegría es el gigantesco secreto del cristianismo, su elemento constitutivo. El que ha sufrido sin perder la alegría cristiana está muy cerca del Señor». Un cómico (ex revolucionario, como han señalado los periódicos conservadores) convertido en teólogo no es algo que se ve todos los días.