Gaspar Rosety

Calles y calendarios

La Razón
La RazónLa Razón

El Estado debe velar por el deporte aficionado, pero lleva tiempo obcecado por intervenir en el fútbol profesional. Los políticos, ignorantes de su obligación respecto a la actividad física, buscan protagonismo en el fútbol de élite. Con la Liga se advierte un compadreo impropio de quien debe ostentar su cargo con dignidad. Ahora, nos encontramos con dos tipos de políticos similares. Unos, que ante los múltiples problemas que acechan al ciudadano, se ofuscan en cambiar los nombres de las calles. Y otros, tan ridículos, que a pesar del paro, la corrupción, los impuestos... se dedican a cambiar las fechas del calendario de las competiciones, tanto profesionales como aficionadas. ¿Te aburres en el despacho? Pues nada, alargamos una semana más la liga y a la Selección, que la zurzan. O quitamos las calles a Cervantes. Y se quedan tan anchos estos iluminados.

Del Bosque informó de que la decisión es errónea y perjudica gravemente a la Selección. Iría sin fechas libres a Francia 2016. A los futbolistas se les causaría un serio quebranto con esta prolongación de la Liga. Y el mismo ente que autorizo en julio a comenzar el 23 de agosto, decide un mes más tarde que ya no se puede terminar el 15 de mayo sino el 21. ¿No lo leyeron en julio?

No seremos un país serio con políticos incompetentes. Ahora resulta que la función de un gobierno es hacer los calendarios del fútbol. No tienen otra cosa que hacer. Por suerte, el fútbol es más sensato. Liga, AFE y RFEF, de acuerdo: habrá partidos en Navidad por respeto a esa Selección campeona que Miguel Cardenal marginó.