Cambios

En 2013 el COI propuso a Londres que celebrara los Juegos de 2016 porque intuía el desastre que se avecina en Río. La sensatez se impuso a la tentación y los ingleses rechazaron el ofrecimiento. Aunque fueron los anfitriones en 2012, esgrimieron que les faltaría tiempo para repetir, que no se comprometían. Así que en agosto nos vamos a Brasil, tres semanitas. Un alto dirigente del deporte español que comparte los temores del COI ha dicho: «Ojalá volvamos todos». Así que en este capítulo no hay cambios, entre el zika, la inseguridad, la deuda que se come la ciudad olímpica y mil peripecias más, la aventura no tiene precio. Ni garantías. Todo ello no es novedad; sin embargo, en el fútbol puede que haya cambios, novedades relativas.

A Villar le apetece muchísimo más repetir en la presidencia de la Federación Española, cuatro añitos más, que lanzarse a la conquista de la UEFA, donde no las tiene todas consigo. El temor le condiciona. El efecto dominó o el inmovilismo dependen de su decisión. Si apunta a Europa, los candidatos a la RFEF seguirán siendo Jorge Pérez y Miguel Ángel Galán. Luis Manuel Rubiales, a quien algún sector señala como el sucesor, no va a jugar esa partida. Como presidente de la AFE se encuentra realizado y los futbolistas reconocen su labor.

Con Villar o sin él, quien ya ha tomado una decisión es Del Bosque: cuando termine la Eurocopa, sea cual fuere la clasificación, dejará de ser seleccionador; pero seguirá vinculado a la RFEF y no hay que descartarle como director deportivo, cargo vacante desde que lo dejó Hierro. Y en cuanto a la portería, no está tan claro que Casillas vaya a ser titular ante Croacia. Lo que funciona no se toca.