Confianza en los españoles

El anuncio de una «segunda generación» de reformas por parte de Mariano Rajoy es la mejor noticia de estos días. Supone que las primeras reformas emprendidas en el último año han empezado a dar sus frutos y que el Gobierno está dispuesto a seguir reformando la economía de nuestro país. Políticamente, el anuncio de Rajoy significa que el Gobierno liga su suerte a la continuidad de un cambio profundo, aunque sin rupturas. Más ampliamente, significa también que el Gobierno del Partido Popular confía en la sociedad española y en todos aquellos que quieren seguir siendo españoles y estar orgullosos de serlo. El Gobierno ya había simplificado las reglas de contratación y despido. Así se ha empezado a crear una mentalidad de colaboración entre las partes implicadas en la actividad empresarial: en contra de lo que habían mantenido socialistas y sindicatos, hay otros medios de flexibilizar que no son el despido. Ahora se trata de facilitar la contratación, de tal forma que los empresarios dejen de tener pánico a contratar. Resultan clave el aplazamiento del pago del IVA para autónomos y pequeñas empresas, los apoyos fiscales a sociedades de nueva creación, autónomos, inversores y desempleados que se establezcan como autónomos. Otro tanto significan las medidas de estímulo a los jóvenes empresarios y autónomos, y las reducciones de las cuotas a la Seguridad Social para el empleo de jóvenes y los incentivos al contrato en prácticas.

Esta actitud positiva ante la capacidad de la sociedad española para generar prosperidad va acompañada de toda una batería de reformas en cuanto a la administración, desde líneas de crédito, simplificación de los trámites municipales y la próxima Ley de Unidad de Mercado. Un punto crucial será la reforma del sistema educativo, los contratos en prácticas y el impulso del papel de las Empresas de Trabajo Temporal en la formación. Ante una sociedad más ágil y más dinámica, con mayor capacidad de diálogo y de iniciativa, la Administración tendrá también que aprender a hacer más con menos y a dejar de ser un obstáculo.

Frente a este doble frente de reformas que demuestra que el Gobierno apuesta por la vitalidad de la sociedad española, la oposición no ha encontrado nada que decir, como no sea su empeño en que los españoles no salgamos nunca del hoyo para que los socialistas sigan medrando. Frente a la confianza y a las reformas, la demagogia, que encubre un pesimismo incurable, y el saqueo. Es la costumbre.