Desesperación convergente

Convergència Democrática está dispuesta a perder estas generales. Además quiere perderlas de forma contundente. Primero, por poner al frente de eso que se llama Democracia y Libertad, nombre para camuflar las vergüenzas de una marca en declive, a Francesc –Quico- Homs. El candidato convergente sólo es superado por el rufián de Esquerra Republicana que, en comparación, ha hecho de Joan Tardà –que es tan troglodita como buena persona- todo un estadista. Segundo, por hacer un vídeo electoral que puede competir en los grandes premios del frikismo internacional.

Lo que está claro, es que el vídeo de Democracia y Libertad solamente lo ha podido hacer un agente doble, pagado por ERC o por la CUP, o incluso por el PP o Ciudadanos. Y quién sabe, también pueden ser señalados los socialistas o los de Podemos. Nadie que quiera que gane Homs, y esté en su sano juicio, ha podido hacer un vídeo más miserable. La campaña audiovisual de don Quico anima a los militantes convergentes a romper las cenas de empresa. «Tal vez arruinarás la cena, pero salvarás el país», reza el engendro que parece que haya sido «parido» por un acérrimo enemigo.

Es un vídeo a la desesperada en el que todo vale por conseguir un voto. Una prueba más, si cabe, de la desesperación convergente. Mas espera un acuerdo con las CUP y que los antisistema le den el «placet» el día 27. La derrota lo hará imposible y lo dejará a él y, por ende, a su partido, en una situación insostenible con una ERC dispuesta a darle la puntilla en cualquier rincón oscuro. En Convergència empiezan a sonar, todavía en silencio, tambores de guerra. En ese momento, los cenáculos del nacionalismo se llenarán de militantes que querrán arruinar la cena a Mas. Es como ir a por lana y salir trasquilado.