Iñaki Zaragüeta
Dos cabezas que piensan
Creo que fue Machado quien escribió: «En España, de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten». Bueno, pues esta vez han sido dos las que han pensado con acierto, Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja. Su diálogo ha reconducido hasta convertir en positiva la decisión del eurodiputado de no presentarse como cabeza de lista a las elecciones de mayo, dejando claro que no se marcha sino que lo recuperará para alguna importante misión, posiblemente para ministro en la próxima remodelación. Simultáneamente, el presidente ha impedido una retirada definitiva que pudiera tener interpretaciones negativas. El horno no está para bollos.
Rajoy ha evidenciado que el PP, hoy por hoy, no puede permitirse el lujo de cruzarse de brazos y prescindir de un político con convicciones, honrado a carta cabal, de ideología, palabra, obra y omisión y, además, con gran predicamento en amplios sectores de votantes populares. Menos aún, en un momento en el que se están produciendo abandonos tristes y seguramente inútiles.
Con Mayor Oreja se podrá estar de acuerdo o discrepar, pero sus profecías respecto a los planes terroristas han dado siempre en el clavo. Su apuesta clara y sin fisuras por las víctimas, así como su enfrentamiento radical a los terroristas, han satisfecho a las personas de bien, que deberían ser las importantes. Las críticas, internas y externas, nunca consiguieron doblegarle. Insisto, los hechos han confirmado sus tesis, al menos hasta ahora.
Finalmente, la coherencia de este vasco, recio y firme como el roble –antes romperse que cimbrearse– ha alegrado a la totalidad de sus compañeros y, de paso, ha decepcionado a quienes pretenden tumbar al PP de Rajoy. Suceda lo que suceda, Jaime Mayor no deserta. Así es la vida.
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