César Lumbreras
Dos días clave
De lo que se decida hoy y mañana en Bruselas dependerá en gran parte el dinero que reciba cada una de las explotaciones agrarias españolas durante el periodo 2014-20 y los instrumentos por los que llegarán esos fondos. Se trata de una reunión crucial que se deberá seguir con mucha atención. A la vista de la importancia del asunto, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, acude a la capital comunitaria al frente de una delegación ampliada integrada por varios directores generales, además de la secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina. En ocasiones anteriores en las que se ha reformado la PAC, lo que acordaban los ministros de Agricultura «iba a misa». Ahora no, porque desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa hay que contar con lo que diga el Parlamento Europeo. Por eso, si los ministros llegan a un acuerdo político deberán comenzar las negociaciones a tres bandas con los eurodiputados, que ya han emitido su dictamen, y con la Comisión Europea.
El comisario de Agricultura quiere evitar que su propuesta quede muy descafeinada, algo que va a suceder casi con total seguridad. El objetivo que tiene la presidencia irlandesa es que se pueda alcanzar un compromiso definitivo entre las tres partes a finales de junio, como muy tarde, para que la Comisión pueda desarrollar los reglamentos y los estados miembros decidan cómo aplicarán la reforma, dado que van a tener un amplio margen de maniobra. Mientras tanto, agricultores y ganaderos desearían saber ya la cantidad concreta de dinero que recibirán en sus explotaciones en concepto de ayudas directas. Sin embargo, para eso queda mucho todavía. No lo conocerán hasta finales de este año o comienzos del próximo.