Acoso escolar
Educar a los padres
Las cifras de acoso escolar son escalofriantes. Multitud de niños son maltratados por sus compañeros. Lo que significa que multitud de niños maltratan a sus compañeros. Lo que quiere decir que la violencia del mundo se refleja en las aulas como un espejo. Hay muchos estudios al respecto, mucha preocupación. Pero aquí la única solución es transformar la casa, la calle, los medios físicos y virtuales. Transformarnos. Porque los niños no nacen violentos. Se hacen violentos cuando viven, sufren, sienten, incluso ven cómo se aplaude a los violentos que les rodean.
Los cachorros humanos aprenden. Y aprenden muy pronto. Dicen que una criatura a los dos años ya está marcada por lo que trae y por lo que vive. Definitivamente marcada. Y no hace falta más que observarlos. Yo lo hago en el parque. Y me asombro de la cantidad de niños cabroncetes que pululan por allí. Luego observo a sus madres y padres y me digo, no me extraña en absoluto la mala idea que gastan. Y si al llegar a casa les ponen a matar marcianitos con la Play, ya tenemos un acosador en ciernes.
Los niños no hacen lo que se les dice, hacen lo que ven. Son imitadores natos de acciones, incluso recogen las energías misteriosas de los otros. Por eso no solucionaremos mucho poniendo más vigilancia en las escuelas o haciendo campañas en contra. Tenemos que dejar que los grandes maestros de la vida y del alma, que alguno hay, hagan las leyes para la educación. Una educación basada en la compasión que dé recursos a los niños para educar a sus padres. Para defenderse de la ignorancia y la agresividad de su tribu.
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