César Lumbreras

EE UU y Rusia

La nueva Ley Agraria de Estados Unidos, que regirá durante los próximos cinco años en el país de Barack Obama y que establece la orientación general de su política agraria y de su sistema de ayudas, lo deja muy claro: producir, producir y producir. Se ha optado por apoyar la producción de mercancías agrarias, que es justo lo contrario de la línea que inspira la última reforma de la Política Agraria Común (PAC). Para ello, los de Washington incentivarán los llamados seguros de renta, que ya existían hasta ahora, con el fin de «aislar» a los agricultores y ganaderos de las fluctuaciones del mercado, especialmente de las bajadas de precios, con pérdidas en sus rentas. ¡Ahí queda eso!

Mientras los «yanquis» andaban en eso, los rusos se despacharon la semana pasada cerrando sus fronteras al porcino procedente de la Unión Europea (UE), tanto los animales vivos como las carnes, debido a que habían aparecido dos casos de peste porcina africana en jabalíes con origen en Lituania. Eso se llama coger el rábano por las hojas. Es una prueba más de que las relaciones entre Bruselas y Moscú no atraviesan por su mejor momento debido a la crisis en Ucrania. No es la primera vez, ni será la última, que los rusos utilizan razones sanitarias y veterinarias un tanto absurdas para «enredar». El problema es que eso también perjudica al porcino español.