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El banco bueno

El banco bueno
El banco buenolarazon

Ahora que se habla tanto del banco malo, el que se va a hacer cargo de los marrones de las entidades financieras que engordaron artificialmente gracias al anabolizante de la burbuja inmobiliaria, conviene hablar un poco del que podríamos denominar el banco bueno. Bueno en el sentido machadiano, porque en el otro, en el mercantil o comercial, son muchos más los buenos que los malos aunque estos hayan hecho un daño enorme, y en parte irreparable, a todo el sistema en esta España de incomprensiones exteriores y deslealtades interiores. El banco al que me refiero es, como se definió Antonio Machado a sí mismo, en el buen sentido de la palabra, bueno. El banco de alimentos nada tiene que ver con los forajidos que asaltaban supermercados este verano, y no quiere tener nada que ver con la política, venga de donde venga. Por eso la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, se ha quedado colgada de la brocha tras enviar a sus diputados, el pasado viernes, una carta en la que les informaba que se les iba a descontar de su sueldo del mes de noviembre el día 14 como signo inequívoco de apoyo a la huelga general convocada por los llamados sindicatos de clase, que son de esa clase de sindicatos que con una mano amenazan al gobierno, y con la otra trincan las subvenciones que ese mismo Gobierno les sigue pagando religiosamente, con perdón por el término tan políticamente incorrecto. Ese dinero los socialistas lo iban a destinar al banco de alimentos pero los responsables de esta ONG le han dicho a Elena Valenciano que no quieren un solo céntimo que provenga de partidos políticos u otras instituciones porque se declara, la ONG claro esta, apolítica y aconfesional. Eso sí, los que quieran hacer su donativo a título personal lo pueden hacer pertenezcan al partido que sea. Claro que yo me atrevo a sugerirle al PSOE que si quiere realizar una donación en bloque, ahí tienen a Cáritas, que aunque no sea el banco bueno de tan reciente creación, es una antiquísima caja de ahorros no buena, simplemente excelente.