El ciclón Trump

La elección de Trump como futuro presidente de Estados Unidos ha caído como si se tratase del rayo de una gran tormenta y ha partido en dos, o en más, la COP22. Se trata de la Conferencia del Clima de Naciones Unidas, que se celebra desde principios de esta semana en Marrakech y que el lunes entra en su tramo ministerial, con la presencia en esta ciudad de Marruecos de un buen número de ministros responsables de la «cosa climática» de todo el mundo. «Las sesiones se han vuelto caóticas después de lo de Estados Unidos», confesaba sin tapujos un alto cargo de la UE. La gran incógnita que se plantea ahora mismo es muy simple: ¿va a mantener la Administración de Trump los compromisos adquiridos por la Administración Obama, recogidos en el Protocolo de París? A tenor de las declaraciones realizadas por el presidente electo durante los últimos meses no parece que vaya a ser así. Ha dicho, por ser breve y expresarlo de manera resumida, que lo del cambio climático es un invento para ir contra los intereses de Estados Unidos y ha adjudicado la autoría del mismo, unas veces a unos y otras veces a otros. La elección de Trump ha pillado con el paso cambiado a la delegación de este país presente en Marruecos y a otras muchas, justo cuando había que redactar la letra pequeña del acuerdo alcanzado en diciembre pasado en París. Sin embargo, malamente se puede escribir esa letra pequeña, cuando existen dudas sobre el futuro de «la grande». Mientras tanto, en el caso de España, ha comenzado ya el proceso para la ratificación del citado Protocolo de París, algo que no se había hecho hasta ahora por encontrarse el Gobierno en funciones. Rajoy tiene previsto acudir la próxima semana a Marruecos por la COP22. España está interesada en que este magno encuentro sea un éxito y apoyará en todo lo que pueda a las autoridades de Marruecos en este asunto, por la cuenta que nos trae en otros.