Política

Francisco Marhuenda

El efecto Cameron

La Razón
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Los sesudos analistas españoles auguraron una victoria pírrica o un empate del conservador Cameron, pero añadían que el nuevo gobierno británico sería presidido por el laborista Miliband. Una vez más han fracasado los «adivinos» que confundían sus deseos con la realidad. Las encuestas no son una verdad revelada que deba ser asumida fervorosamente, porque la demoscopia no es una ciencia exacta. A pesar de los fracasos, tanto en España como en otros países de nuestro entorno, es habitual construir análisis más o menos inconsistentes a partir de unos datos que acostumbran a ser muy inciertos. No se trata de despreciar las encuestas pero tampoco de elevarlas a un altar como hacen algunos columnistas por motivos estrictamente partidistas o ideológicos. Cameron ha ganado con claridad y contundencia provocando la renuncia de los dos grandes perdedores del 7-M, el ex viceprimer ministro, el liberal-demócrata Nick Clegg y el efímero y pretencioso líder laborista, Ed Miliband.

El resultado británico, al igual que el desastre de la izquierda radical que gobierna en Grecia, es positivo para las expectativas electorales del PP en las municipales y autonómicas. Estos días hemos visto cómo se hablaba de la falta de carisma de Cameron, aunque los resultados desmienten la interpretación mediática de aquellos que deben pensar que la política seria es un concurso o un programa de telebasura. Es el mismo criterio que aplicaban a Rajoy. Esto me ha llevado a pensar que estarían más complacidos en la reivindicación del carisma como valor electoral si se presentara un actor o un músico. Es muy poco serio.

Por lo visto, el carisma depende sólo del capricho de los periodistas y columnistas que reparten esas etiquetas. El ejemplo de Merkel es muy interesante, porque no tiene ese carisma discotequero pero gana elecciones. A Rajoy le votaron más de 10 millones de españoles. En los actos electorales se puede ver el gran apoyo que despierta entre sus seguidores el presidente del Gobierno, que efectivamente no es un Apolo de la política, pero insisten en que no tiene carisma. No recuerdo ningún columnista que tenga 10 millones de seguidores.

Como no soy un oráculo y mi profesión no es la adivinación, sólo puedo decir que mi impresión es que la encuesta del CIS no se corresponderá con el resultado porque sigue existiendo un importante voto oculto. No sólo el cambio de ciclo económico favorece a Rajoy sino la propia gestión de muchos presidentes de comunidades autónomas y alcaldes que ha sido acertada a pesar de las dificultades que se han vivido en los últimos años. Por otra parte, la estabilidad es un valor muy importante para garantizar el crecimiento económico y la creación de empleo. La inversión extranjera ha regresado con fuerza porque conoce mejor que muchos columnistas las grandes oportunidades que ofrece nuestro país. Este año podemos crecer a un ritmo superior al 3,5 por ciento y la economía es muy importante porque es lo que más preocupa a los españoles. Los británicos han votado eficacia y estabilidad y creo que aquí sucederá lo mismo.