El espectáculo

Dice Patxi López que el PSOE está dando un espectáculo lamentable. Y eso lo dice aunque algunos de sus compañeros –Fernández Vara entre otros- ven en los enfrentamientos de los barones con el secretario general un síntoma de transparencia y pluralidad. Que ya es ver. Pero esta cosa de las discrepancias no es nueva y tampoco tendría más trascendencia si no fuera porque España está sin gobierno porque el PSOE está con su lío.

Algo parecido pasa en Cataluña, donde los independentistas juegan a irse de España y trapichean con sus apoyos a Mas mientras el PSC se permite votar en contra de que la efigie del Rey presida el salón de plenos del Ayuntamiento barcelonés.

Pues bien, todo este postureo tiene una explicación próxima y son las posibles elecciones generales que podrían repetirse como augura el presidente valenciano Ximo Puig. Y si eso ocurriera, el PSOE perdería muchos votos tanto si apoyara ahora a un gobierno PP-Ciudadanos como si intentara formar gobierno con Podemos, ERC, PNV y Coalición Canaria. En el segundo caso serían devorados por la marca auténtica de la izquierda que parece ser Podemos. Pero la crisis socialista tiene una razón más lejana en el tiempo y que sólo en las últimas elecciones hemos conocido en toda su virulencia: la radicalización de sus bases.

José Luis Rodríguez Zapatero que, aunque no era inteligente sí que era listo, montó un sarao izquierdista con leyes de memoria histórica, educaciones para la ciudadanía, nueva ley del aborto, y otros factoides, con el único fin de mantener el apoyo de los votantes más a la izquierda. Aquello le dio resultado, pero en cuanto surgió Podemos, los apoyos se fueron a otro lado. Y me atrevo a decir que seguirán allí hasta que los que les han votado se percaten de la realidad a la que apoyan, cosa que ya empiezan a descubrir. Por eso, pretender gobernar con Podemos, por mucho que renuncien al derecho a decidir, es un disparate tan mayúsculo que hasta sus propios líderes lo han visto.

Conclusión: el PSOE debe volver al centro. Y no hay nada que mejor pueda ayudarle a rehacer este camino que el pacto de gobernabilidad con el PP y Ciudadanos. Es lo que critican los barones y baronesas en voz alta pero apoyan en voz baja a través de sus correveidiles. ¡Y que se acabe ya este espectáculo!