Juan Roldán
El fiasco fiscal de la izquierda
Tanto el presidente francés, François Hollande, como el norteamericano, Barack Obama, están empeñados en aumentar los impuestos a las rentas más altas en 2013. Ambos , elegidos en las urnas durante este año, lo llevaron en sus programas electorales. El presidente francés tenía previsto cargar hasta un 75% a las rentas superiores al millón de euros. Una polémica medida que ha sido desestimada por el Tribunal Constitucional. La sentencia emitida por este consejo de sabios viene precedida por el anuncio de algunos de esos ricos ilustres que persigue Hollande, que habían amenazado con abandonar Francia y trasladar su residencia fiscal a Bélgica para evitar el gravamen. Éste fue el caso del actor Gerard Depardieu o el empresario Legarder. En una de sus primeras decisiones tomadas tras su victoria en las urnas, Hollande ya había subido del 41% al 45% el tramo superior de la escala fiscal. Pero intentar aumentar la vía de los ingresos con un impuesto a «los ricos» de hasta el 75% ha sido rechazado por el Constitucional, que ha apelado a un principio muy francés, la defensa de la igualdad, para para rechazar la medida.
Uno de los graves problemas a los que se enfrenta el presidente socialista es tener que reducir el déficit público para evitar la presión de los mercados y de los inversores extranjeros sobre la solidez de su economía. Por esta razón, ha puesto en marcha unos recortes que ascienden a 33.000 millones de euros con el objetivo de conseguir equilibrar el déficit que le impone Bruselas del 3% para el año 2014.
La crisis económica y financiera que azota a la eurozona se está cebando sobre los países del sur europeo y Francia no es una excepción. La mayoría de los gobiernos mediterráneos están tomando medidas impopulares para reducir el gasto público.
Las posibilidades de juego son pocas. O se reduce el déficit público por la vía del recorte del gasto o por la vía de los ingresos a base de aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos. Hollande, en un guiño a la izquierda adoptó, la subida sideral de impuestos a las rentas que ganen más de un millón de euros. Con la iniciativa pretendía recaudar 500 millones de euros, que, por cierto, ya estaban previstos en el Presupuesto de 2013. Ahora tendrán que ver cómo cuadran las cuentas públicas para este año que entra sin desviarse del objetivo de déficit de Bruselas. Hollande se encuentra en aprietos y, a falta de que se conozca un acuerdo en Estados Unidos para evitar la recesión, hace prever un turbulento inicio de año.
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