Alfonso Merlos

El fin y los medios

La Razón
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Pedro Sánchez está a punto de poner todas sus cartas boca arriba. Están marcadas. Pocos son los interrogantes que restan por despejar. Porque el resultado de la principal ecuación es ya por todos los españoles conocido: a la vista de que las opciones para tomar asiento en La Moncloa apoyado en el bastón de Iglesias se reducen drásticamente, la apuesta pasa definitivamente por Rivera. Sí o sí. Es el órdago.

Significa cambiar a priori una muleta de izquierda extrema antisistema por otra mitad socialdemócrata mitad liberal. Es un giro drástico. Pero el «sui generis» caso de transfuguismo de Lozano lo certifica a las claras. Por así decirlo, la colocación de Irene en la parte alta de la lista del PSOE es la primera cabeza que Ferraz sirve en bandeja de plata a la jerarquía de Ciudadanos.

Ya lo puso de manifiesto tras las municipales y autonómicas. El fin: el poder. Los medios: son válidos casi todos los imaginados o por imaginar. Y ése va a ser exactamente el planteamiento de salida de campaña para los socialistas. Intentarán sofocar con manguerazos de agua fría el incendio interno que ha provocado el fichaje de la ex de UPyD. Presentarán la que es una decisión arriesgadísima y discutidísima como un ejercicio de sagacidad, de apertura de miras, de acercamiento a la calle. Y quizá en parte hagan cuajar estas ideas en un segmento de la opinión pública.

Sin embargo, y tirando por elevación, los votantes deberíamos ver algo diferente: que no es ésta periodista la que se ha cambiado la chaqueta, sino un candidato a la presidencia del Gobierno que no reparará en tretas, ocurrencias o golpes de efecto varios para acabar con la era Rajoy. ¿Así empieza la regeneración de la izquierda?