El «montorazo»

Después de mucho buscar y comparar he encontrado algo en lo que están de acuerdo todos los grupos políticos, eso sí, una vez que han pasado las elecciones: subir los impuestos. Curiosamente, no exagero si digo que los ciudadanos y votantes sólo nos ponemos de acuerdo en lo contrario: o bien que no nos suban los impuestos, como mal menor, o, si es posible, que los bajen. Sin embargo, tanto aquellos que mandan en el BOE, caso del PP ahora mismo, como los que aspiran a hacerlo, los restantes grupos políticos, optan por lo más fácil para ellos, que es meter un impuestazo, tasazo o «montorazo» cada vez que tienen ocasión. Se ha podido constatar esta semana, cuando se ha ratificado en el Congreso de los Diputados el Real Decreto Ley aprobado por el Gobierno recientemente y que afecta tanto a las empresas como a los particulares, vía tabaco o alcohol. En el horizonte inmediato está la norma por la que se gravará el consumo de bebidas que lleven azúcar. Para equilibrar las cuentas de una familia o de un país hay dos vías: o ingresar más o gastar menos apretándose el cinturón, siempre y cuando la variable del patrimonio y los bienes de los que se disponga se mantenga estable y no se vendan. Pues bien, los políticos españoles de cualquier signo parece que solo entienden una de esas dos alternativas, siempre y cuando hayan pasado las elecciones, y es la de aumentar los ingresos, medida a la que se aplican con gran entusiasmo, sin reparar en que también podrían emplearse en la reducción del gasto. El problema no radica ya en lo que hayan hecho Rajoy y Montoro, con la complicidad, aquiescencia y silencio de los restantes miembros del Gobierno, apoyados después por los grupos políticos en las Cortes, sino en lo que van a hacer en las próximas semanas y meses. Mucho me temo que lo que hemos vivido hasta ahora no es más que un aperitivo de lo que está por llegar.