Cataluña
El proceso de nacionalización
Durante muchos años, la sociedad catalana ha sufrido una campaña inteligente y eficaz destinada a estigmatizar a todo aquello que no fuera nacionalista. La Generalitat tenía y tiene un poder enorme y unos presupuestos multimillonarios. Los sucesivos traspasos de competencias sirvieron para que el poder fuera aumentando progresivamente mientras se debilitaba la presencia del Gobierno. Esto se completó, además, con el peso de CiU en el Congreso para garantizar la estabilidad con el PSOE o el PP cuando no contaban con la mayoría absoluta. Durante décadas se creó un «régimen» en el que CiU se convirtió en el centro de la vida pública mientras el resto de formaciones actuaban acomplejadas a la hora de defender sus posiciones ante el temor de ser estigmatizadas. No era un poder sólo político, sino que se extendía al mundo empresarial, social, cultural... Pujol repitió el mismo esquema que siguió en Banca Catalana y lo único importante era «hacer país», pero un país nacionalista. El grupo bancario acabó quebrado, aunque mucha gente, tanto en la izquierda como en la derecha, se benefició de su generosidad siempre que fueran catalanistas. El lendakari Aguirre dijo que el PNV era el País Vasco en marcha y lo mismo hubiera podido decir Pujol de la formación que lideró con mano de hierro. A Pujol le gustaban los inmigrantes integrados en el nacionalismo. Era una reafirmación de la superioridad catalana y el avance en la construcción de la nación. Le desagradaban los catalanes que no éramos nacionalistas. El escándalo de corrupción que está protagonizando tiene una enorme importancia porque afecta a muchísima gente. El problema para la oligarquía catalana, la misma que provocó la crisis de 1640 y la traición de la Guerra de Sucesión (1701-1714) con el Pacto de Génova (1705) contra su rey legítimo, Felipe V, es que resultaría muy peligroso que Pujol cantara porque no sé si tiene buena voz, pero sabe mucho. Por sus despachos en Banca Catalana, CDC y la Generalitat ha pasado todo el mundo y ha hecho muchos favores. Pujol tiene una memoria prodigiosa y una notable inteligencia, nadie lo puede negar, por lo que políticos, intelectuales, empresarios, abogados, etc... pueden encontrarse que se sepa que no fue solo sino en compañía de muchos. Todos sabíamos que su gran pasión era Cataluña y siempre defendí que era un independentista que no iba más allá por el posibilismo, pero que era como Moisés, que quería llevar a su «pueblo» a la tierra elegida. Nunca se ha sentido español, aunque reconozca el papel de España y su civilización en la historia de la humanidad. Los medios de comunicación públicos y algunos privados han sido instrumentos muy útiles para buscar una mayoría social independentista. Algunos creían que exagerábamos mientras se adoctrinaba en las escuelas y universidades manipulando la Historia y las relaciones con el resto de España. Ahora se comprueba que era verdad, aunque al final se impondrá el seny.
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