Política

Carmen Enríquez

El regreso de la Infanta

El regreso de la Infanta
El regreso de la Infantalarazon

Es la primera aparición pública de la Infanta después de un largo año y medio de dura travesía del desierto. Una travesía que ella misma eligió al decidir que no dejaba abandonado a su suerte a su marido tras destaparse su actuación irregular en el «caso Nóos». Eso la apartó de toda actividad relacionada con su tarea de representación de la institución de la Corona y desapareció de toda comparecencia pública de la Familia Real.

Ahora la Infanta Cristina va a aparecer de nuevo junto a sus padres, los Reyes, y sus hermanos, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena en un acto que se celebrará el próximo jueves, día 20, en la capilla del Palacio Real y que tiene carácter oficial. La misa que va a conmemorar el centenario del nacimiento de Don Juan de Borbón, padre del Rey Juan Carlos, va a contar con presencia del Gobierno y de otras altas instituciones del Estado. Pero lo que se ha tenido en cuenta por parte del Palacio de la Zarzuela para incluir a Doña Cristina en la ceremonia religiosa es el carácter familiar del acto. La Infanta, por encima de todo, es una de las nietas del Conde de Barcelona y eso, sea cual sea la situación actual de la hija de los Reyes, es un hecho incontestable, que no se puede cambiar a pesar de la amenaza que pesa sobre ella de ser finalmente imputada en el «caso Nóos» por estar implicada en presuntos delitos fiscales de la sociedad Aizoon.

El regreso de la Infanta a la vida institucional la próxima semana va a ser efímero y va tener tan sólo carácter temporal. Su presencia en la misa en memoria de su abuelo no va a significar que ella vaya a volver a asumir tareas de representación de la institución monárquica. Será una breve aparición justificada por el Palacio de la Zarzuela por los vínculos familiares de Doña Cristina con el que fue depositario de los derechos dinásticos de la Casa Real española durante más de treinta años. Un abuelo que adoraba a sus nietos y que les inculcó desde niños, a la Infanta Cristina entre ellos, su pasión por el mar.