Atlético de Madrid
El sueño del Cholo
Después de 135 minutos, 2-2 y el Atlético, que corre una barbaridad, que pelea hasta por los balones del recogepelotas, clasificado; al cabo de los 190, 3-2 y adelante. Simeone sueña con la Champions y gana a Luis Enrique. Jugaba mejor el Atleti, defendía fenomenal, contragolpeaba con decisión y obsesionado con Ter Stegen, que maneja los pies como Fred Astaire. Persiguió con fe el objetivo y Griezmann bendijo el delicioso centro de Saúl. La grada animaba antes del 1-0, ahora también sufría. Acariciaba la semifinal, sin complejos; tuteaba al poderoso y le vencía. Quería más. No se conformaba con la ventaja del gol en campo ajeno.
Messi anotó cuatro llegadas del Atlético antes del tanto y vio que la enésima carrera de Carrasco por la banda significaba apuros en defensa. Corrió como un gamo, siguiendo las huellas del belga casi de un córner a otro, como un zaguero más. Ganó ese duelo, fue más rápido que el más veloz de los atléticos. El coleccionista de Balones de Oro olisqueaba el peligro y se remangó. No regala esfuerzos, los administra; veía que el tiempo avanzaba y su equipo se encontraba en el atasco al que le condujo Simeone. Ni un milímetro de espacio atrás; coronas de espinas para Neymar, para él y para Suárez, que estaba en el césped para poner a Godín un ojo a la funerala. Y Torres, en la grada. Pero como la mala y alargada sombra de Brych era irremediable, lo que correspondía era jugar y elevar la apuesta: a por todas... Saúl, al larguero; el Barcelona se estira, entra Arda: pitos. Penalti de Iniesta. Acierta Griezmann y se confunde Rizzoli al sacar del área la mano de Gabi en el 90. Por fin suerte. El Atlético sueña; el Barça entra en barrena.
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