Elecciones Generales 2016

El sueño del frente popular

La Razón
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La esperanza es lo último que se pierde, pero todo parece indicar que el PSOE puede quedar el tercero. La tendencia de las encuestas parece que se confirma a pesar de las arengas optimistas de Pedro Sánchez que asegura, incluso, que la remontada es tan intensa que puede ganar las elecciones. No sé de dónde saca esa interpretación tan alejada de la realidad. El PSOE está donde está por culpa de sus errores. Ha concatenado una serie de malas decisiones mientras que Podemos ha encontrado una línea de campaña que puede darles un buen resultado. Es un mensaje sustentado en la utopía y la ilusión mientras que el PSOE ofrece una imagen viejuna, aunque no hay que olvidar que tiene un suelo muy sólido. La campaña ha vivido una bipolarización natural, porque hay una opción liderada por el PP y otra por Podemos, porque nadie piensa que esta formación vaya a tener una posición secundaria. Esto es lo que explica la bipolarización. Nada indica que Ciudadanos vaya a tener un papel decisivo mientras que el PSOE, aunque se confirme su retroceso, sí que lo tendrá. Es una diferencia sustancial. Las posibles opciones de gobierno podrían pasar, precisamente, por los votos socialistas. No será un papel sencillo porque, activa o pasivamente, tendrá que apoyar al PP o al Podemos. Estamos ante dos alternativas inquietantes para el PSOE. Un rumor interesante que cobraba fuerza estos días es que podrían pedir un gobierno con Podemos, pero con la condición de que no contara con Pablo Iglesias. Al igual que ha hecho Rivera con sus vetos a Rajoy, ahora sería el PSOE quien utilizaría esta misma estrategia. El tema de esta campaña ha sido, precisamente, los pactos porque los programas políticos del 20-D mantienen su vigencia porque ha pasado muy poco tiempo. Esta última idea imaginativa de vetar a Iglesias no tiene ningún recorrido. Es algo que es innegociable para Podemos. La consideran una condición absurda, porque el candidato tiene que ser el representante de la fuerza más votada. El otro tema polémico es, precisamente, el referéndum, aunque es realmente una excusa para el PSOE. Desde Podemos contemplan al socialismo actual como una continuación de una formación del sistema muy unida a los poderes fácticos y que habría traicionado, como la mayor parte de la socialdemocracia europea, a sus votantes y su ideología. En este sentido consideran que los socialistas estaban en los despachos oficiales y fueron incapaces de resolver la crisis económica mientras los actuales dirigentes y seguidores de Podemos estaban en el 15-M y en las mareas. Por ello hubo diferencias profundas durante la negociación de un posible gobierno, porque el PSOE estaba atado de pies y manos por su pacto con Ciudadanos, que para Podemos es una formación de centro derecha. A pesar de todo ello, no hay que descartar que se produzca un frente popular.