Iñaki Zaragüeta

España sale a la calle

La Razón
La RazónLa Razón

Si Artur Mas hubiera nacido unos años antes, Vicente Escrivá se hubiera inspirado en él para su guión de «El gafe» tan excelentemente interpretada por José Luis Ozores. No sólo ha sido capaz de llevar en caída libre a CiU, primero, y Convergència Democrática, después, sino que ha provocado la salida a la calle de quienes están contra la independencia. Sí, Mas se fió de su instinto y convocó elecciones por tres veces para demostrar su fortaleza y por tres veces descendió en votos y escaños hasta llevar a esa CiU hegemónica a depender de radicalismo de ERC y de la minoritaria CUP, sin importarle rendir vasallaje a la primera y está por ver si no se someterá a la segunda.

Además, el empecinamiento de Mas le condujo a perder el referéndum que, según sus sueños, tenía ganado y a eliminar el miedo de los catalanes que se sienten españoles, como lo demostraron ayer al salir a la calle para celebrar el «día nacional», una movilización que, estoy con mi amigo Rogelio, irá a más en el futuro.

Poco a poco, los catalanes se irán dando cuenta de que el independentismo se basa en mentiras como la permanencia en la UE y en el euro, en la suficiencia para vivir de ellos mismos, en el «España nos roba» sin percibir que es preferible ser vencido diciendo la verdad que triunfar a base de mentiras.

Finalmente, resultaba patético ver ayer cómo los cerebros Ada Colau, Willy Montesinos o Kichi hablaban de genocidio por la presencia de España en América, cuando son los propios americanos quienes con más ardor celebran el día de la Hispanidad porque allí los españoles se mezclaron sin discriminación racial, como ninguna otra civilización, y sembraron el continente de universidades, catedrales, museos, cultura y, para aquel entonces, progreso. Ningún otro país lo hizo en ningún otro lugar. Así es la vida.