Tenis

Irene Villa

Gracias Rafa

La Razón
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Gracias Rafa por representar, junto a otros maravillosos deportistas españoles, nuestro gran orgullo español. Gracias por ser el abanderado de España del que disfrutamos todos y nos enorgullecemos tanto españoles como extranjeros que viven en España. Gracias por ser ya, como se te ha denominado, patrimonio de la humanidad, el mejor tenista de todos los tiempos (confirmado por voces acreditadas del mundo del tenis) y especialmente por los valores que transmites al mundo entero.

También he vivido victorias inolvidables e inesperadas y por supuesto derrotas en las que uno sabe que ha dado todo de sí mismo, que se ha dejado hasta el aliento, que ha volcado todo su aprendizaje, fuerza, capacidad y coraje, y que pese a obtener un resultado desfavorable, sientes la tranquilidad de haber hecho bien el trabajo. Por supuesto que las derrotas son amargas, más aún si hay de por medio alguna irregularidad, pero como digo en mis conferencias, la única derrota es el desaliento. Desde luego que tú has tenido muchísimas razones, motivos de peso para permitirte descansar. No por tu larga carrera llena de éxitos y apasionantes finales, sino porque tu cuerpo te pide parar. Pero demuestras una y otra vez que tirar la toalla, rendirte, abandonar, ya sea en medio de la competición o ya sea tras una derrota inesperada, no entran dentro de tu esquema de deportista brillante, excelente y resiliente donde los haya. Hasta la última gota de energía, como tu bien dices, te has dejado para sumar éxitos al medallero español. Por ello estamos tan agradecidos a ti y a todos esos representantes de España que están haciendo historia en Río 2016, pese al alto precio que sabemos que tenéis que pagar día a día, dando poca tregua a vuestro espíritu luchador y teniendo que dejar de lado celebraciones, encuentros familiares y muchas cosas más.

El tan repetido «Vamos Rafa» que tantas alegrías nos ha dado, con el que hemos vivido momentos inolvidables de verdadera tensión y pasión al mismo tiempo, se trasforma hoy en un enorme. ¡Gracias Rafa!