Grande Palau de les Arts

Hay situaciones incomprensibles. ¿Cómo se puede calificar de despilfarro al Palau de les Arts de Valencia cuando su aforo se llena para escuchar, admirar y aplaudir las operas que allí se representan?. El éxito de Rigoletto, la obra que actualmente está en cartel, demuestra claramente su utilidad y su servicio a la cultura para nuestra sociedad. Un éxito que ha acompañado como denominador común a cada una de las representaciones desde su puesta en funcionamiento.

Gracias al Palau de las Arts, la ciudad ha podido escuchar las creaciones de los mejores autores de Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini, Richard Wagner y demás grandes maestros, acompañados de la Orquesta bajo las más sensibles batutas como Lorin Maazel, Zubin Mehta, Ricardo Muti, Daniel Barenboim ...

¡Qué decir del escenario!. Espectacular, de los más admirados del mundo. Los valencianos no podemos aceptar que denigren ese espacio, cuya utilidad nada tiene que ver con otras ejecuciones, inservibles después, construidas en España.

El déficit es habitual en el sector de la cultura. ¿Qué sería del Teatro Real de Madrid o el Liceo de Barcelona sin las subvenciones del Gobierno central?. Así es la vida.