Eurocopa 2016

«Guardacuñao»

La Razón
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Iker Casillas concedió sendas entrevistas a dos periódicos extranjeros, «L’Equipe» y «La Gazzetta dello Sport», y cerró el grifo. Ya no hablará más, salvo en las zonas mixtas, se supone. Nada de confesiones personalizadas del primer capitán de la Roja, lo cual es toda una declaración de principios basada en un hecho, que no piensa decir ni pío, y en una suposición, que no va a ser titular. Calla porque no tiene nada que añadir o para no enredar ni cuestionar las decisiones del seleccionador. Luego el portero de España va a ser David de Gea. Es una conclusión lógica que hasta una hora antes del partido con la República Checa no podrá ser constatada.

La titularidad del guardameta del Manchester United no estaba garantizada ni antes de que su nombre apareciera en la declaración de una señorita de compañía relacionada con un delincuente bastante común. Había algunas dudas sobre el dueño de la portería española que el viernes fueron certezas y que, con el paso de las horas, se han diluido para volver a situarle entre los tres palos una vez pasada la tormenta. Mientras escampaba, De Gea no ha perdido la tranquilidad ni la compostura. Del Bosque ha valorado más el temple que los deslices de este futbolista que vive en una mansión de Mánchester velado por el hermano de Edurne, su novia. David eligió una casa más grande, y más cara de alquilar, después de la «historia del fax» y sugirió a sus padres, siempre a su lado desde el periplo inglés, que ya era hora de que volvieran a casa porque quería volar solo. A continuación, Edurne recogió las llaves y, para que el novio no se extraviara cuando ella estuviera de gira, nombró a su hermano tutor del cancerbero. Algo así como un guarda jurado con categoría de «guardacuñao», mucho más que Kevin Costner en «El Guardaespaldas».