Hipótesis cruzadas

A la pregunta de si es verdad que tanto populares como socialistas han fiado la formación de gobierno a lo que ocurra el 25 en el País Vasco y en Galicia, dependiendo de con quién hables, cada uno te contesta una cosa diferente. Hay quien asegura que sí, que en el PP esperan que el PNV necesite sus escaños y los del PSOE para poder gobernar, lo que supondría un nuevo dolor de cabeza para Pedro Sánchez: si se suma a la alianza con los de Rajoy, le entrega la oposición a Bildu y a Podemos y se le debilitan los argumentos para mantener su conocido discurso del desprecio por la corrupción de los populares, y si se abstiene y deja que sea sólo el PP el que demuestra su apoyo al PNV, estará alfombrando la vía de los 175.

Otros te sugieren que mires más hacia Galicia: una debacle de los de Sánchez como la que augura el CIS sería el empujón que necesitan sus críticos para «invitarle» a salir del bucle y, de paso, darle el finiquito y colocar a un relevo –más de uno cruza los dedos por que sea el actual presidente de Asturias– más proclive a llegar a acuerdos.

Hay, sin embargo, quien mantiene que no, que el PNV sostendrá su negativa porque sabe que el PP, si se trata de evitar que gobierne Bildu en el País Vasco, le va a conceder el préstamo a interés cero, y que, aunque el sopapo gallego sea de aquella manera, Sánchez recurrirá al comodín de la militancia para obligar al Comité Federal a seguir aplaudiéndole y blindarse una vez más. Total, que una ya no sabe a qué atenerse, porque todas las versiones proceden de lo que se conoce como fuentes fidedignas... algunas incluso son las mismas que aseguraban que con 170 «síes» del PP «es imposible que no nos abstengamos». Qué cosas.