Política

Alfonso Merlos

Impulso o agonía

La Razón
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Hay que erradicar la corrupción y el desgobierno que se ha llevado por delante las esperanzas, el pan y los puestos de trabajo de demasiados andaluces. Hay una ocasión de oro. Es cuestión de días. Y el signo de los votos marcará el signo de los tiempos y el de la propia economía. La relación no es simple y directa, pero casi.

Después de tres décadas no hay lugar para la resignación, ni para la repetición de los errores, porque las consecuencias están a la vista y son dramáticas. Hace bien Mariano Rajoy en dirigir la mirada a los empleos, que es lo que falta. En poner cifras que encajan en un escenario de recuperación lenta pero de pasos firmes. Y la disyuntiva se presenta de forma clara y distinta a los ojos de nuestros sufridos compatriotas.

O se apuesta por el impulso, por la renovación no sólo en rostros, la regeneración institucional auténtica y, a fin de cuentas, por el futuro; o se avala una fórmula conocida: la del estancamiento, el subdesarrollo del mercado laboral, la ausencia de oportunidades y el exilio para aquellos que –con su talento y sacrificio– quieren salir adelante.

No es momento de mirar atrás. Nadie duda de que la excusa buscada por la candidata Díaz para adelantar elecciones fue eso; simplemente una maniobra al servicio de su propio interés personal y partidista. Pero ahora más que nunca la pelota está en el tejado de Moreno: en su capacidad para persuadir, convencer, emocionar, presentarse como un líder sólido, seguro, preparado para coger el toro por los cuernos y darle la vuelta a la tortilla. Los andaluces merecen un gobierno que sepa algo más que romper platos y pasar la factura a los más débiles. ¡Basta ya!