Restringido

La fórmula de Pablo Iglesias

La Razón
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No hay que darle más vueltas. Se trata de echar entre todos a Rajoy y se arreglará por arte de birlibirloque el problema de Cataluña. Es la clarividente fórmula de Pablo Iglesias, líder de Podemos. Quien dice Rajoy dice el Partido Popular. No importa que lo voten millones de españoles. La gente, en este caso, carece de interés. Seguramente está mal informada. La derecha no tiene legitimidad democrática en España ni en Cataluña. Eso es lo que pasa. Dicho con claridad: la derecha sobra, es la culpable de todo, es franquista y corrupta. Muerto el perro, se acabó la rabia. ¿Y después qué? Pues muy fácil. Hay que abrir un proceso constituyente y cambiar la Constitución del 78 de arriba abajo, empezando por el título preliminar, que dice eso de que «la soberanía nacional reside en el pueblo español» y de que «la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española». Es el nudo que impide avanzar en la resolución del conflicto catalán. Por supuesto habrá que ver también si la fórmula política del Estado español sigue siendo la Monarquía parlamentaria. Cortado el nudo, avanzaremos a toda máquina hacia el referéndum legal en el que Cataluña ejercitará libremente su «derecho a decidir», lo que deparará un futuro de amor y de armonía.

Hubo un tiempo, que parece lejano, en que la irrupción de Podemos despertó en muchos de nosotros la esperanza de que iba a servir de revulsivo para purificar la vida pública y sanear el sistema democrático. Y en Cataluña, de barrera a la secesión. Nadie puede negar a esta formación el mérito de incorporar al sistema a una gran parte de la generación joven que vivía fuera del sistema o airadamente en el antisistema. Pero la forma de llegar sus representantes al poder municipal ha desilusionado a muchos. La ambigüedad y sus cambiantes planteamientos han hecho el resto. De ahí el bajón progresivo en las encuestas. Ni siquiera está claro que el partido de Pablo Iglesias se sienta bien representado por Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid y por Ada Colau, recibiendo y jaleando a los separatistas de la Diada, en Barcelona. Hay sus más y sus menos. Esto añade confusión al panorama. Es verdad que Pablo Iglesias no es separatista, pero su fórmula mágida consiste en formar gobierno en Cataluña con Esquerra, la CUP y el PSC si se deja. Eso es todo.