Julián García Candau

La lesión sale cara

El Real Madrid percibirá dos millones y medio de euros por la lesión de Khedira en el partido amistoso de su selección con Italia. Al club le sale cara la falta del jugador germano por lo que resta de temporada. Percibir el dinero anunciado para compensar la baja es mal negocio. Lo que pierde el club por su ausencia no puede estar compensado con ese dinero. En estos casos, las indemnizaciones son pecata minuta para un club como el madrileño. Khedira no forma parte del grupo de los galácticos. Pertenece al grupo de los sólidos, aunque en ellos haya menos brillantez. En todos los periódicos siempre ha habido miradas de soslayo hacia quienes no han protagonizado otras gestas que las de ser pieza clave en el engranaje con su admirable dedicación, su sapiencia futbolística, aunque ella no esté dotada del deslumbramiento.

Khedira es jugador del que como mayor elogio se acabará diciendo aquello de «labor oscura, pero eficaz», que es reconocer la valía sin ponerle gran precio. Ha sido, durante mucho tiempo, la salida de los cronistas para dejar constancia de que han visto la labor del jugador, aunque no haya sido muy destacada. Khedira nunca ha contado con grandes cantores en los medios de comunicación. Es más, resulta frecuente oír en tertulias opiniones contrarias. Su ausencia la notará el equipo. Da solidez en la tarea defensiva y tiene la virtud de acompañar al ataque cuando el equipo ha de volcarse hacia el triunfo. Da equilibrio y aporta ventajas a los zagueros. Conoce los momentos en que lo importante es el sacrificio.

Posdata. La obligatoriedad de acudir a las selecciones es un derecho de pernada moderno.