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La mala suerte del PSOE
El PSOE, en los dos periodos que ha gobernado España, logró –y es muy triste– que el paro fuera mucho mayor cuando se fue del Gobierno que cuando llegó. No es que no sean capaces de mejorar la situación que reciben, es que la empeoran batiendo récords de ineficiencia.
Los gobiernos del Partido Popular, al contrario que los socialistas, en las dos ocasiones que han tenido la presidencia del Gobierno, han reducido el paro de forma notable. En la actual, como ocurrió en la anterior, serán necesarios ocho años de un gobierno eficaz para que España esté otra vez en una buena situación, antes de que puedan volver los creadores de parados.
En 1982, Felipe González fue elegido presidente por primera vez. Llegó habiendo hecho dos grandes promesas: «Ochocientos mil puestos de trabajo y OTAN de entrada no». Con respecto al Atlántico Norte, agua, mucha agua –le aclaro a Pedro Sánchez, para que no se siga equivocando, que no salimos de la OTAN–. No entendimos bien lo del Cambio que tanto proclamaban los socialistas, y que también repiten hoy; se trataba más bien de dar el cambiazo para hacer lo contrario de lo que habían prometido. Lo confirmaron cuando explicaron que «las promesas electorales están para no ser cumplidas», aunque ahora Manuela Carmena, que también está de cambio de lo prometido, explica que «lo que se dice en los programas electorales son sólo sugerencias».
En cuanto a la promesa de los ochocientos mil puestos de trabajo «sí se cumplió». Había en España 2.178.000 parados en octubre de 1982, cuatro años después aumentaron a 2.968.000. ¡Bien Felipe! Fueron ochocientos mil, pero no menos. Ochocientos mil parados más. El desempleo siguió incrementándose en las siguientes legislaturas, hasta una tasa del 22,83%, más de 3,7 millones de personas en paro. Con los socialistas había un millón y medio de parados más cuando se fueron que cuando llegaron. Con el gobierno del Partido Popular presidido por José María Aznar se redujo el paro en sus ocho años de gestión en un millón y medio de personas, y aumentó el número de personas con empleo en ¡cinco millones!
PSOE = un millón quinientos mil parados más.
PP = un millón quinientos mil parados menos.
Como las cosas ya estaban bien, y además la caja del Estado era abundante, los españoles creyeron que podían dar otra oportunidad a los socialistas, y en eso llegó Zapatero y mandó a parar el empleo, otra vez volvió la incompetencia –superando en mucho a Felipe González– porque salió del Gobierno con tres, repito, tres millones de personas más en paro en España que cuando llegó. ¡Más del doble de personas en paro en esos ocho años de Gobierno del PSOE!
Mariano Rajoy fue elegido presidente con 5.287.000 hombres y mujeres que querían trabajar y no podían, con una situación económica de España al borde de la quiebra. El número de parados siguió creciendo durante un año hasta llegar, en el primer trimestre de 2013 a 6.278.000 parados, un 26,94%. Cambiar de más paro a más empleo cada día no se produjo por arte de magia al llegar Rajoy a La Moncloa; fueron necesarias las medidas adecuadas que se adoptaron para producir efectos positivos. Hoy ya hay menos parados, aunque todavía muchísimos, 4.850.800. Cerca de 400.000 menos que al llegar, y ¡¡un millón cuatrocientos mil parados menos en dos años y medio!!
Ahora ya hay más de 18 millones de personas trabajando y, aunque algunos pregonan que son 100.000 ocupados menos que cuando Rajoy fue elegido presidente, la situación es completamente distinta; hay una gran diferencia que deja muy claro que lo de ahora es una buena noticia, y aquello era un desastre. En diciembre de 2011 había más de 18 millones de ocupados, pero dos años antes había 19 millones; se perdieron un millón de empleos. Hoy también trabajan más de 18 millones de personas, pero hace año y medio trabajaban 17 millones; hay un millón de personas más ocupadas, se han ganado un millón de empleos.
España necesita que se siga creando empleo. En cuatro años hay que lograr que haya más de 20 millones de ocupados como ha propuesto Rajoy, y con el apoyo de los españoles lo va a conseguir. No son tiempos para gobiernos de creadores de parados.
Un amigo socialista y bastante supersticioso me decía que es verdad que con el PSOE siempre había aumentado el paro, pero era porque tenían mala suerte y coincidían sus gobiernos con épocas de crisis. Muchas crisis me parecen para que ese aumento de parados haya ocurrido en tantas legislaturas socialistas. De todas formas, recordando la frase «yo no creo en brujas pero haberlas haylas», no hay que votarles por si acaso fuera verdad que los socialistas, además de ser muy malos gestores –eso sí está comprobado–, traen muy mala suerte a la economía y al empleo.
La verdadera suerte es tener un gobierno que, con su gestión, genere más empleo y menos parados, como ha ocurrido con el de Mariano Rajoy y con todos los del Partido Popular.
España necesita seguir teniendo buena suerte los próximos cuatro años.
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