La Mancha

De Beatriz Talegón, esa chica de todas las izquierdas, dicen que ha dicho que el PP o Dolores de Cospedal son como la lejía porque han eliminado La Mancha. Talegón es un asteroide en viaje astral por todas las galaxias hasta que dé con planeta donde se valoren a su placer los gastos a justificar, las dietas de viaje y las ocurrencias simpáticas como bagaje político. Siendo una más entre tanto ganado insustancial sus características publicitarias tienen indulgencia plenaria. Sin memoria histórica a corto y siendo tan joven desconoce que la número dos del PP ganó efímeramente dos elecciones en Castilla La Mancha, es de Albacete y perdió su Presidencia a manos de un PSOE como segunda fuerza, hoy conchabada con la tercera de Podemos. Hoy es signo de nuestra democracia representativa la desaparición ejecutiva de la mayoría minoritaria y su sustitución por la agregación acumulativa de los que pierden las elecciones. El conteo de las urnas es así y nada hay que objetar aunque no sea este el paradigma de la transparencia y el sentido común. Ejemplo de nuevos usos y costumbres es que, a corto plazo, el PP solo podrá gobernar desde la mayoría absoluta si los siete enanitos se concitan para hacerle la cama a Blancanieves por muy querida que sea. Cansadas de asaltar los cielos infructuosamente, las minorías se encaraman a la joroba democrática de cualquier mayoría que se les ponga por delante. Nuestro meteorito errático, procedente del Alfa Centauro socialista, gusta del chascarrillo, pero lo cuenta mal: la lejía que quita La Mancha fue por antonomasia el inefable José Bono, seña de identidad del PSOE y de uso prolongado en una región autónoma extravagante, parida con el fórceps de la Transición, sin tejido industrial, antepenúltima en renta per cápita, con una demografía superada por Laponia y con más identidad castellana que manchega. Si hablamos de La Mancha es porque el ubicuo García Page es capaz como Cagliostro de salir al mismo tiempo por todas las puertas de Basilea en su carro tirado por caballos blancos: otro ensayo del mago Pedro Sánchez quien sabiéndose lejano a una mayoría absoluta nos prepara para la suma de las pequeñeces disgregadoras y los nacionalismos de todo a cien. La número 2 del PP no vende lejía.