Nacionalismo

La provocación de siempre

La Razón
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Como estamos en campaña electoral, y tras el revuelo que su presencia provocó en Bruselas, la CUP ha invitado a Arnaldo Otegi a participar mañana en la Comisión de Acción Exterior del Parlament de Cataluña. Aunque de la sesión han sido informados los portavoces de todos los partidos, sólo estarán presentes Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot. Socialistas, populares y Ciudadanos no acudirán. Hasta ahí ningún cambio respecto a lo que ya vimos en Bruselas. Sí, porque en aquella ocasión, y aprovechando la presencia de Otegi en el Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundua y Teresa Jiménez-Becerril organizaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del terrorismo; un acto al que justificó su no asistencia Podemos. Las explicaciones de su portavoz, Xabier Benito, fueron peregrinas: «Hemos decidido no acudir al minuto de silencio porque, por respeto a todas las sensibilidades, un acto de estas características no se puede convocar de una manera atropellada». Atropellada: vaya tela. Sin embargo, no le pareció a Xabier Benito tan atropellado acompañar a Otegi al seminario titulado «La situación del proceso de paz vasco»; ni tampoco fueron atropellados Ramón Tremosa (CDC), Josep-María Terricabra (ERC) y Lidia Senra, de Alternativa Galega de Esquerda en Europa cuando también acudieron a la conferencia pero no al minuto de silencio.

Y razones les sobraban por los asesinatos de tantos españoles y catalanes. Pero que los partidos independentistas vuelven a arropar a Otegi no aporta novedad, sino simplemente continuidad en su provocación, aunque sí convenga resaltar, en toda esta juerga de la Comisión de Acción Exterior, la actitud de Podemos. No sólo se apunta a la continuidad con lo que ya hizo, sino que la coalición electoral en la que se integra en Cataluña se mantiene alineada con el independentismo y el desafío al Estado de Derecho. Lo de menos ya es Otegi, aunque la presión a los jueces que decidieron su inhabilitación siga por parte de estas fuerzas. Ahora, el terrorista no arrepentido se convierte en un nuevo arma de los que quieren dividir España y, en ese juego, también está Podemos. Por eso, cuando dicen que en realidad ellos sólo quieren que se manifiesten voluntades y se visualice el derecho a decidir de los españoles, tampoco se les debe creer. Y es que su actitud les delata: aquí, en Bruselas y donde haga falta en el futuro. Lo veremos.