Marta Robles

Machistas

La Razón
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Con el asesinato a tiros de una mujer a manos de su esposo, en presencia de su hijo, son muchos los que vuelven a alzar la voz pidiendo soluciones y también algunos los que aseguran que no existe esperanza. Sin embargo, por mucho que no se haya conseguido frenar por completo las agresiones a las mujeres en este lado del mundo, no son comparables a las que se producen en otros lugares, donde sus inexistentes derechos las convierten en blancos perfectos. Es cierto que algo falla en nuestro planteamiento, porque los maltratos continúan existiendo, pero, si se mira en positivo, se ve que hemos avanzado mucho. Ahora las maltratadas pueden denunciar y sus agresores y asesinos van a la cárcel. Y no hace tanto que eso era impensable. Eso no es consuelo en días como el de hoy, cuando reflexionamos sobre el motivo que se esconde tras la muerte de cinco mujeres en cinco días, pero sí es un razonamiento obligatorio para no tirar la toalla y dejarle el camino libre a todos esos monstruos decididos incluso a matar con tal de no perder su situación de privilegio. Los mismos que, según los expertos, se levantan aún más airados tras las manifestaciones, pero también los que acabarán pensándose si matan o no, al vernos a todos decididos a que sus crímenes no queden impunes. Tampoco deberían quedar sin castigo las palabras de quienes, como Arcadi Espada, tratan de boicotear la lucha contra este problema enquistado que a él, como a todos los machistas reconocidos u ocultos, no les conviene erradicar.