Juan Roldán

Manga por hombro

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Manga por hombrolarazon

El viernes pasado se despedía del Congreso Europeo Mario Monti, el todavía primer ministro italiano, que al haber perdido las elecciones legislativas no acudirá más a Bruselas representando a su país. El premier «técnico», como le llamaban, ha llevado a cabo una tarea de encauzar la economía y las finanzas del país y ha recibido el elogio del resto del Consejo de Ministros en los meses que ha estado al frente del cargo y en especial el de la canciller alemana, Angela Merkel. Monti fue designado por el presidente de Italia, Georgio Napolitano, cuando los políticos italianos fueron incapaces de afrontar la crisis de la deuda y el deterioro de la crisis financiera en los últimos años de la anterior legislatura, donde gobernaba Bersluconi. Además de no haber resuelto nada en las elecciones pasadas, Italia se enfrenta también a una nueva crisis esta vez procedente de la presidencia del país. Napolitano, de 87 años y un destacado líder comunista, ya ha anunciado que quiere retirarse y no presentarse a la consulta en mayo. En este momento en que Monti ha sido elegido Senador vitalicio por Napolitano, podría acceder a sucederle pero es consciente de que la presidencia italiana es un cargo de máximo consenso y no está claro que su «amigo» Berlusconi vaya a votar por él. Mientras tanto, la política italiana sigue manga por hombro porque ninguno de los dos partidos mayoritarios logra ponerse de acuerdo para salir de la crisis que motivó el adelantamiento electoral. La izquierda de Bersani ganó en la Cámara de los Diputados, pero la derecha de Berlusconi venció en el Senado y no parece que vayan a ponerse de acuerdo para sacar adelante la legislatura. En Italia, el poder del Senado es decisivo a la hora de impedir que salgan adelante proyectos de ley aprobados en la Cámara. Además, el resultado de las elecciones dejó en la escena un tercer partido, el Movimiento 5 Estrellas, que lidera Beppe Grillo. Obtuvo 63 escaños en el Parlamento y renuncia a una acción política convencional y se opone a llegar a algún acuerdo con Bersani y Berlusconi para poder gobernar.