César Lumbreras
Más cambios
El Consejo de Ministros aprobó en su última reunión las modificaciones que se introducirán en las reglas que se aplicarán para solicitar las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), cuando se abra la ventanilla a principios del año que viene. El problema radica en que los agricultores y ganaderos deben tener en cuenta esos cambios a la hora de realizar las siembras y planificar su campaña de cultivos de cara a 2018.
Este problema de desconocimiento de las reglas del juego se agrava por otro hecho: recientemente se ha cerrado en Bruselas el capítulo agrario del llamado reglamento ómnibus, por el que se introducen más modificaciones en la normativa actual del sector agrario, que deberían respetar también los agricultores y ganaderos.
Sin embargo, estos últimos, ni conocen esos cambios, ni son definitivos, porque, aunque el capítulo agrícola del reglamento ómnibus esté cerrado, como el reglamento en conjunto no se ha aprobado todavía, pues no se sabe finalmente lo que se aplicará o lo que no.
¿Qué todo lo anterior no se entiende muy bien? Pues es verdad, pero este lío es una constante en todo lo relativo a la burocracia de la PAC, que agricultores, ganaderos y beneficiarios de las ayudas llevan sufriendo ya desde hace mucho tiempo. Pero, vamos con lo que se conoce ya porque lo aprobó el Ejecutivo español el viernes y se publicó el sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Por ejemplo, para percibir el pago verde, está prohibida la utilización de pesticidas en las superficies de interés ecológico productivas o que puedan serlo.
Se amplían las excepciones a la obligación de realizar la declaración gráfica de superficies a todo uso en común de la superficie agraria, así como el caso de emplazamientos exceptuados de declarar con referencias SIGPAC, Sistema de Información Geográfica de parcelas agrícolas. También se amplían las cesiones de derechos de pago básico sin tierra exentas de peaje a casos en los que esté implicado un joven agricultor.
Asimismo, se establecen exigencias mínimas en la aplicación de estiércoles y purines, para reforzar el compromiso de la agricultura y la ganadería con el medio ambiente. ¿Qué todo lo anterior es incomprensible? Pues sí.
Es una muestra más del monstruo burocrático que hemos creado, a pesar de los anuncios continuos de que la PAC se iba a simplificar.
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