¡Más leche!

La producción de leche continúa disparada. En febrero se registró un nuevo incremento de las entregas de leche de vaca a las industrias, que fue del 11,4 por ciento en relación con el mismo periodo del año anterior. Las cifras acumuladas durante los dos primeros meses del año ascienden a 1,155 millones de toneladas, un 8,7 por ciento que en 2015.

Todo apunta a que en marzo sucederá otro tanto, como ha venido pasando en la mayor parte de los doce meses desde que acabo el régimen de cuotas de producción láctea. La conclusión es muy clara: la desaparición de este instrumento ha tenido como consecuencia una subida de la producción de leche, a pesar de la crisis de precios que se registra, y que está obligando a los ganaderos menos competitivos y con menos capacidad de aguante para retirarse de la actividad.

El escenario que se dibuja en el sector lácteo pasa por la expulsión del mismo de los ganaderos más pequeños y por la concentración de la producción en explotaciones más grandes. Es decir, que se acentuará esta tendencia, que ha sido una constante desde que hace treinta años España ingresó en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE).

En resumen: el «rival» de los ganaderos son los otros ganaderos. Recientemente, me hablaban de un proyecto para instalar una macro granja de vacas de leche, con varias decenas de miles de cabezas, en la provincia de Soria. Parece que esa va a ser la tónica en los próximos años. En paralelo, hay que contar también con las entradas de productos lácteos, especialmente de quesos, que perjudican lo suyo, no sólo al sector del vacuno de leche, sino también a los de ovino y caprino. El panorama se presenta negro para muchos ganaderos.