Carlos Rodríguez Braun
Más transparencia y mejores ideas
La evidencia sigue poniendo a los sindicatos contra las cuerdas. Los trabajadores siguen manifestando un creciente rechazo a unas organizaciones que supuestamente reflejan sus intereses y aspiraciones, y ni se afilian a los sindicatos ni les pagan. Con lo cual, los mal llamados «agentes sociales» se parecen cada vez más a meras burocracias políticas, ineficientes y opacas, como todas las burocracias. Sus «éxitos» estriban en perjudicar a los trabajadores, en impedir que acudan a sus puestos de trabajo o, como en el caso de Iberia, en poner en riesgo la existencia misma de las empresas y el mantenimiento de miles de empleos. Se dirá: tienen que ser más transparentes. Es verdad, sobre todo cuando, como sucede también con los gobiernos y los partidos políticos (a los que, no por casualidad, los sindicatos se parecen cada día más), los ciudadanos son obligados a pagar de su bolsillo a unos supuestos representantes a los que, todo indica, no aprecian en absoluto. Pero no es toda la verdad: además, los sindicatos deben renovar un discurso izquierdista populista y pueril, que los suma a la agitación profesional y los resta de la opinión de aquellos que dicen representar: las trabajadoras y los trabajadores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar